El profesor de un colegio de Castellón acusado de nueve delitos continuados de abuso sexual y un delito de corrupción de menores, para el que el fiscal pide 35 años de prisión, ha pedido perdón por realizar sin autorización las fotos que se le intervinieron, aunque ha asegurado que tiene la "sensación" de que no hizo nada malo.

Así, el acusado ha hecho uso de su derecho a pronunciar la última palabra al finalizar el juicio para señalar que ha sido detenido "por hacer fotos en la calle", y ha pedido disculpas "porque ahora veo hasta dónde puede llegar la fenomenología de la imagen". Además, ha indicado que "nunca" tuvo la "más mínima" intención de hacer daño a las menores ni a su padres, y ha mostrado su alegría de que las niñas se encuentren bien.

En la última sesión del juicio que se ha celebrado en la sección segunda de la Audiencia de Castellón han declarado los peritos del Instituto de Medicina Legal que examinaron al acusado, que han señalado que éste presenta unas característica psicológicas disfuncionales que no afectan a su imputabilidad, pues son sólo "aspectos de su forma de ser".

También han apuntado que el procesado tiende a ocultar y minimizar sus problemas, presenta una actitud altanera, es un sujeto solitario, narcisista, impulsivo, manipulador y dramático, tiene baja autoestima e inmadurez afectiva y no ve a las menores como víctimas.

PSICÓLOGAS

Las siguientes en prestar declaración han sido las psicólogas que examinaron a las menores tras la detención del acusado. Éstas han manifestado que el 'modus operandi' que relataban las niñas era de un acercamiento del procesado hacia ellas "que no es propio de un profesor hacia sus alumnos".

Las peritos han afirmado que los testimonios de las menores eran creíbles y coherentes y que no eran conscientes de que los hechos producidos fuesen inadecuados. Así mismo, han destacado que éstas presentaban secuelas leves "porque no tenían una vivencia negativa de la situación".

Según la psicólogas, las niñas presentaban una interferencia leve en su desarrollo psicosexual y han aclarado que las consecuencias negativas pueden responder más a la situación que se desencadenó tras la detención del acusado que a los propios hechos.

Otra perito contratada por la defensa ha declarado que no existe connotación sexual en la conducta del profesor, "ya que el abuso debería ir unido a un estrés prostraumático o sintomatología de ansidedad, depresión o malestar significativo que no se da en las menores".

El fiscal y la acusación particular han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, mientras que la defensa ha vuelto a solicitar la libre absolución del acusado, aunque, en caso de que sea considerado culpable, ha pedido que sea condenado por una falta de vejaciones continuadas. Por su parte, la abogada de la Generalitat ha reiterado la petición de su absolución, aunque, en caso de que se aprecie responsabilidad civil subsidiaria, ha demandado una rebaja de la cuantía.

INFORMES

En sus informe finales, tanto el ministerio público como la acusación particular han acusado a la Generalitat valenciana de hacer "dejación de funciones" en la inspección del acusado, "ya que, pese a los antecedentes importantes que tenía, además de las quejas y rumores que había, no se le sometió a un seguimiento", según ha apuntado al fiscal.

La fiscal ha indicado que quería probar que el acusado "hizo tocamientos y fotos de tales acciones", lo que lo prueban las fotografías, "que realizaba para su propia excitación sexual, en las que, mayoritariamente, aparecen glúteos o pechos y creemos que fueron hechas con intencionalidad y cierta pericia".

La acusación particular considera que "se dan todos los elementos que acreditan los delitos", pues "todas las fotos están hechas con la cámara disimulada y se aprovechaban la hora de recreo y la salida de clase para captar la imágenes".

La defensa, por su parte, ha reseñado que "aunque la conducta del acusado puede ser impropia, no llega a la gravedad para que merezca la categoría de delito", y ha añadido que "cada uno puede tener una interpretación diferente de las relaciones humanas, por lo que su conducta puede ser reprobable, pero no dentro del ámbito penal".

Así mismo, ha destacado que "no hay sufrimiento, secuelas ni daños causados a las menores por la conducta del acusado", y que las fotos intervenidas por la Policía suponen tan sólo un 0,8 por ciento del total que poseía.

La abogada de la Generalitat valenciana ha explicado que no se produjo ninguna dejación de funciones, "pues se activaron los mecanismos que la Administración tenía en cada momento, ya que la directora del centro realizó un control sobre el acusado, el cual fue visitado por un inspector".