El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que intentará llegar a consensos con la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, en la reunión que ambos dirigentes mantendrán este viernes, a pesar de que dichos acuerdos puedan crearle problemas con militantes del PSOE.

"Eso me puede crear a mí problemas con militantes del PSOE y seguramente me puede crear problemas con gente que no va a ver bien que, frente a tanto insulto, nosotros pongamos la otra mejilla, pero me da lo mismo. Creo que a estas alturas la política exige tener visión y perspectiva", ha señalado.

Asimismo, a preguntas de los medios durante una plantación de árboles en el barrio del Polígono, el socialista ha afirmado que espera que en esa reunión "haya voluntad de acuerdos".

"La situación es muy complicada y si por mi parte me estrené —como secretario regional del PSOE— ofreciendo acuerdo y he insistido, a pesar de saber que no ha terminado de encajar esta propuesta, es para que lleguemos a conclusiones concretas. Yo no quiero una foto por una foto, de esas en Toledo con Cospedal me puedo hacer muchas", ha declarado.

"obsesión" por el empleo

Sobre los temas que el socialista planteará a la presidenta, García-Page ha reiterado que su "obsesión" es el empleo vinculado al crecimiento y ha añadido que su intención es abordar este asunto "de la mano de todo el mundo, con los sindicatos y con los empresarios".

A este respecto, el secretario de los socialistas castellano-manchegos ha señalado que "es paradójico" que Cospedal "haya tenido tiempo de reunirse con los secretarios de los sindicatos a nivel nacional y todavía, después de un año de presidenta, no lo haya hecho aquí con los sindicatos de la comunidad".

Por otro lado, ha indicado que también hablará de agua, ya que "es riqueza y es empleo" y ha asegurado que no está dispuesto, "bajo ningún concepto, a que Castilla-La Mancha sacrifique el camino que ha hecho para proteger su agua".

Además de estos temas, García-Page ha anunciado su intención de hablar sobre financiación municipal. "Quiero saber y queremos que se publique con transparencia —en internet—, lo que la Junta debe a cada ayuntamiento y lo que va pagando puntualmente a cada ayuntamiento para que así no nos engañemos y no podamos acusarnos de sectarismo", ha explicado.

Por último, ha recordado su intención de debatir con la presidenta la propuesta de modificación de la ley electoral, aunque ha señalado que está dispuesto "a dejarlo para otra reunión" porque lo que le "obsesiona es el empleo".

Aún así, ha declarado que le gustaría que esta ley no se tramitara con urgencia, "sino que se hiciera con pacto", ya que considera que todo lo que el PP ha criticado al Gobierno de Barreda "no puede convertirse en el argumento para hacer lo mismo, porque si se trata de hacer lo mismo, la gente no va a ver que se cumple con la palabra".

Calendario de ajuste más "flexible"

Por otro lado, García-Page ha señalado que también planteará a Cospedal que Castilla-La Mancha "tenga un calendario distinto, aplazado, mucho más flexible del ajuste" porque, según el socialista, la región está batiendo "todos los récord de los ritmos socioeconómicos".

"Se trata de reequilibrar la balanza. Creo que el cambio de calendario en el ajuste es impepinable", ha añadido, al tiempo que ha afirmado que "la obsesión de ajustar en un año cinco puntos de déficit es una barbaridad", no solo "socialmente —que se traduce en millones de parados, listas de espera triplicadas y colegios que se cierran"—, sino también económicamente.

Referéndum "razonable"

A preguntas de los medios sobre la propuesta de los sindicatos de hacer un referéndum sobre las medidas del Gobierno central, García-Page ha calificado esta idea de "razonable" aunque ha señalado que, "políticamente, merece un estudio a conciencia porque en el fondo lo que se está planteando en España es un camino de escaparate, rigor y seriedad ante el mundo".

Según el socialista, los sindicatos han planteado este referéndum "en vista de que a ellos, como interlocutores sociales, no les hacen ni caso y es evidente que gobernar de espaldas al pueblo no es bueno".

"No sé si nos podremos poner 46 millones de españoles todos los días de acuerdo en qué hay que hacer mañana, pero sí tengo claro que con los sindicatos y los empresarios con el Gobierno, en una mesa de diez, sí es posible avanzar", ha asegurado.