Los empresarios planteaban una equiparación salarial de los empleados de la provincia con los de Inagra –la que limpia en la capital– en 10 o 12 años y un convenio de 4 o 5 años. Pero los sindicatos remitieron a Aselip al día siguiente «un convenio provincial completo, cuando lo acordado fue un acuerdo global y de conceptos», según Jardón, por lo que se siente «traicionado» en su buena fe. No darán marcha atrás hasta que «los sindicatos no rectifiquen».

No opinan lo mismo los representantes de los trabajadores. Según Rafael Hueso, de CC OO, el documento remitido a Aselip «iba en línea» con lo hablado en la reunión de Sevilla, por lo que cree que la negativa de la patronal de acudir a la negociación es una «estrategia  peligrosa». No descarta, por tanto, endurecer las protestas una vez comprobada la ausencia de la Asociación de Empresas de Limpieza.

Eso sí, aún espera que al Sercla acudan al menos las empresas a título particular para poder avanzar algo en el conflicto.

Guerra de cifras por los afectados

La huelga de basuras comenzó el pasado 14 de marzo. Según los sindicatos, afecta a 160 municipios –la provincia tiene 168 en total–, pero la Diputación los rebaja a 95, una gran diferencia en la percepción del conflicto. En principio, los paros están previstos de lunes a jueves hasta el 28 de abril.