La misionera valenciana, que ejerce como enfermera, explicó: "todos estamos perfectamente porque nos encontramos en la zona centro y los ataques procedentes del Líbano se están registrando en el sur".

No obstante, aclaró que como medida preventiva los niños atendidos por la comunidad de religiosas en Haifa han sido trasladados a la zona baja de la casa "la más segura y por miedo cuando suenan las sirenas".

"Los bombardeos los escuchamos de lejos", aseguró la religiosa quien precisó que desde hace cuatro días el sótano de la residencia acoge a 60 niños judíos, con edades que oscilan entre uno y 17 años, "que necesitan acompañamiento las 24 horas del día".

"Allí pasan toda la jornada, duermen y son alimentados", señaló Rosaleny.

Durante el día los niños salen a jugar a la galería del sótano, que es el antiguo salón de cine del colegio, construido hace ahora más de 100 años con piedras y muros gruesos, según Rosaleny que aseguró "que no existe peligro".

Atención diaria

La misionera valenciana, junto al resto de la comunidad de religiosas y el personal de la casa, atiende diariamente a los acogidos, pertenecientes a familias sin recursos. Además, cuentan con la ayuda de profesionales médicos y enfermeras.

Asimismo, la congregación dispone en el mismo edificio, ubicado próximo al parque Carmelo, de una escuela en la que estudian en la actualidad más de 200 niños, "aunque éstos tras las clases regresan con sus familias", indicó.

Eloina Rosaleny ha desarrollado su labor como enfermera en los últimos 50 años además de en España, en Marruecos, en la ciudad israelí de Belén y en el Hospital Militar de Beirut, en el Líbano.