El funeral del papa Juan Pablo II, la transición papal y la elección de su sucesor, Benedicto XVI, supusieron para el Vaticano un desembolso de 7 millones de euros, según la BBC .

A pesar del espectacular sablazo a las cuentas vaticanas, al cierre de 2005 sus ingresos se cifraron en 9.7 millones de euros, en el que ha sido su mejor cierre presupuestario en ocho años.

Tanto que para el cardenal Sergio Sebastiani, responsable de los asuntos económicos del Vaticano, la presentación del balance oficial de las cuentas del 2005 son "buenas noticias".

Los fieles rezaron y pagaron

Cuando el papa Juan Pablo II murió en abril de 2005 a los 84 años , millones de fieles se concentraron en Roma para presentar sus respetos al difunto así como para seguir en directo el cónclave para la elección de su sucesor, que sería Benedicto XVI .

De esta forma, los gastos del fastuoso funeral por el pontífice fallecido, así como de la transición papal fueron parcialmente cubiertos por la multitudinaria afluencia de peregrinos a museos vaticanos en ese periodo y su consumo de publicaciones y otros objetos "extra".

"Hubo gastos, pero también reintegros en este período", explicó el cardenal Sebastiani, puntualizando la venta de publicaciones especiales y la afluencia de visitantes a los museos vaticanos.

Las arcas vaticanas

Las arcas vaticanas cubren los gastos de la administración central, los salarios del clero y sus abogados, sus representantes diplomáticos en el mundo así como sus medios de comunicación.

Sus ingresos vienen de donaciones de fieles, así como las acciones, los bonos, los bienes raíces y otras inversiones de la Iglesia en el mundo.

Según el cardenal Sebastiani, las ganancias en los mercados monetarios internacionales impulsaron favorablemente la economía del Vaticano en 2005.

Además, en 2004 el vaticano registró un cierre positivo con 3 millones de euros de su año financiero, después de haber permanecido entre 1999 y 2003 en números rojos.

Sin embargo, los medios de comunicación del vaticano, "Vatican Radio" y el periódico " L'Osservatore Romano" siguen registrando pérdidas.

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