La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un hombre a cumplir un año y cinco meses de prisión por intentar prender fuego a su mujer al rociarla con gasolina mientras portaba un mechero en la mano. El tribunal rebaja la pena al entender que el hombre no tuvo en realidad un ánimo homicida, porque tuvo tiempo para encender el mechero y, sin embargo, no lo hizo, según consta en una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.

El incidente tuvo lugar el día 23 de enero de 2011, en el domicilio de la pareja, ubicado en la calle Santa Ana de la localidad valenciana de la Pobla Llarga. Allí, sobre las 16.45 horas, cuando el hombre se despertó de la siesta, tras haber tomado varias copas en un bar, le pidió a su mujer que le diera ropa y que le llevara a L'Olleria, para ver a su nieto.

La mujer se negó y le manifestó que en esas condiciones —todavía estaba afectado por el alcohol— no le iba a llevar a ningún sitio, con lo que comenzaron una discusión. Seguidamente, el hombre, con la intención de menoscabar la integridad psíquica de su mujer, le dijo: 'le voy a pegar fuego a la casa contigo dentro'.

Ante el temor de que llegara a hacerlo, la mujer llamó a la Policía Local, y los agentes se personaron inmediatamente en la vivienda. La mujer les abrió la puerta y uno de los agentes que entró, escuchó cómo el procesado decía a su mujer: 'por haber avisado a la policía no vas a vivir en 24 horas'.

El agente, al ver la gravedad de la situación, salió al exterior junto a la mujer y solicitó refuerzos. Sin embargo, la mujer entró de nuevo en la casa y en ese momento, el hombre, con el ánimo de amedrentar, cogió una garrafa de plástico de cinco litros que contenía gasolina y, en un forcejeo, se derramó sobre la ropa de la mujer, alcanzando también al policía. A continuación, cogió a la mujer con el brazo izquierdo mientras que en el derecho llevaba un mechero e intentaba encenderlo sobre la ropa de su esposa.

Ante esta situación, el policía se abalanzó sobre ellos y logró apartar a la mujer de su marido y sacarla del domicilio. Una vez fuera, y a pesar de encontrarse en su interior la madre del hombre, éste colocó una estufa de gas y una botella de butano encima del charco de gasolina. Luego encendió una servilleta de papel y la tiró hacia la puerta, donde estaban los agentes. Finalmente la madre logró abandonar la vivienda, y el hombre fue reducido.

Afectado por alcohol y medicamentos

En ese momento, el hombre sufría una notable disminución intelectiva y volitiva al encontrarse bajo los efectos de una psicosis tóxica por consumo de alcohol y medicamentos.

Por todo ello, el tribunal condena al hombre a cumplir un año y cinco meses de prisión por dos delitos de amenazas y un delito de riesgo, al estimar la eximente incompleta por el alcohol y la agravante de parentesco. La Audiencia no considera que el hombre haya incurrido en un delito de asesinato en tentativa puesto que "no hay certeza" de que ésta fuera su intención.

Al respecto, el tribunal ha afirmado que el hombre "en ningún momento" llegó a realizar acto alguno tendente "de manera efectiva" a incendiar con el mechero que portaba las ropas mojadas de gasolina que llevaba la mujer. De hecho, uno de los agentes que declaró en el juicio afirmó que si el acusado hubiera querido quemar a la mujer, "lo hubiera hecho".

Así, la Audiencia considera que sin perjuicio de que el agente se abalanzara sobre el acusado, "no cabe duda de que éste tuvo tiempo más que sobrado para encender el mechero, acción que no ejecutó". De esta forma, estima que el hombre no quería sufrir ningún daño personal, "y no hay certeza de que tuviera intención de acabar con la vida de su mujer".