Este nuevo espacio escénico, que albergará espectáculos de circo y de teatro, llega casi cuatro décadas después de que cerrara el último circo estable de Madrid, del que toma su nombre, y con tres años de retraso sobre lo previsto.

Grada circular

La obra está ya prácticamente terminada. Consta de un espacio circular central, con una pista de 13 metros de diámetro y un graderío dispuesto para 2.254 butacas, que convierten este escenario en el mayor de los teatros de gestión municipal.El edificio también cuenta con salas de exposiciones, tienda, cafetería, sala de ensayos y una dársena.

La programación aún no está decidida, aunque se apostará por un circo "actual y contemporáneo que no tiene elefantes ni leones, pero sí caballos", explicaron fuentes municipales.

Los interesados pueden visitar el edificio hasta el día 16 de julio.

Las grietas del proyecto

Las obras de este circo comenzaron en 2000 en el lugar que ocupaba la fábrica de galletas Pacisa. Enseguida los vecinos de la calle José Antonio Armona denunciaron que los movimientos de tierras causaban grietas en sus edificios.

El Ayuntamiento lo negó y siguió la obra, pero en marzo de este año claudicó. Los vecinos tendrán sus casas arregladas y serán indemnizados.