«Lo supimos por la tele»

Alfonso Correas iba en el metro que circulaba en sentido contrario justo después del accidente. Los pararon en Jesús para desalojarlos, pero él fue a ayudar a los heridos. Esto es lo que comentó ayer entre sollozos: «En cuanto he bajado de mi tren, me he acercado a ver qué podía hacer. He sacado en brazos a una niña muerta de unos siete años. He ayudado a salir a otras 20 personas. La gente gritaba y había mucha sangre y restos humanos por todas partes. También había una mujer histérica buscando a su hija».

Pura Roig pudo conocer el estado de su hijo, accidentado en el siniestro: «Nos han dicho que tiene daños en la clavícula, la pelvis y la cadera y lesiones en la cabeza. Le están haciendo pruebas y aún no le hemos visto. Nos hemos enterado del accidente por la tele y nos hemos asustado, porque no conseguíamos localizarlo, hasta que nos han llamado del hospital».

Muchos familiares acudían, angustiados y deseosos de conocer el paradero y el estado físico de sus allegados, hasta el lugar de los hechos. Otros sospechaban que un amigo podía viajar en ese convoy cuando sufrió el accidente: «No coge el móvil y no sabemos dónde está, esto es desesperante». Las falta de noticias les hacían pensar lo peor.

«Me parece horrible y patético»

«No sabemos dónde está mi madre. He llamado a tres hospitales y en dos me dicen que llame más tarde». Tras el accidente, Beatriz mostraba su nerviosismo y malestar por las dificultades de conseguir información: «Me parece horrible y patético». Bárbara, en busca de su hermana, aseguró que no la había localizado en ningún centro, «quiero pensar lo mejor, pero ella ya nos habría llamado, seguro, porque es muy coherente».