A la vista del actual estado del sector inmobiliario, en una crisis que no termina, la apuesta no puede ser construir más sino rehabilitar más. La enseñanza parece haber calado en todos los actores del sector y también en las administraciones.

La rehabilitación de viviendas y edificios puede ocupar muchos de los puestos de trabajo que ha destruido la burbuja inmobiliaria al desinflarse. Los arquitectos también hacen esta apuesta. Así se ha visto en el cuarto Congreso Internacional de Patología y Rehabilitación de Edificios (PATORREB 2012), que se ha celebrado en Santiago de Compostela.

Entre sus conclusiones, figura la recomendación de confeccionar progresivamente bancos de datos que recopilen y estructuren el contenido de las inspecciones técnicas y de las intervenciones derivadas para conseguir protocolos de trabajo, y de ese modo poder homogeneizar tareas.

También han reconocido la importancia de la rehabilitación en operaciones de largo alcance que deriven en medidas de accesibilidad, habitabilidad, eficiencia energética y calidad arquitectónica.

Pero de modo más genérico, los arquitectos demandan medidas legales, financieras y fiscales para incentivar la rehabilitación, por ejemplo con microcréditos.

Lo cierto es que el Gobierno está preparando un anteproyecto de Ley de Rehabilitación para impulsar la actividad y el empleo en el sector de la construcción.

En febrero, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), solicitó al Ministerio de Fomento que adelantase parte de las medidas del anteproyecto mediante la aprobación de un Real Decreto.

Las propuestas planteadas por el CSCAE al Ejecutivo van dirigidas a la rehabilitación arquitectónica generalizada, con viviendas o no, con la incorporación de un "sello básico de los edificios" que garantice la accesibilidad, habitabilidad, eficiencia energética y seguridad jurídica de los mismos.

En las jornadas de Santiago ha participado la directora General de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento, Pilar Martínez, que ha apostado por un cambio de modelo que abandone el urbanismo desarrollista de los últimos años para centrarse en la regeneración urbana basada en la vivienda de alquiler, con una orientación del sector profesional que deja de lado la construcción de obra nueva para aunar esfuerzos en rehabilitación.

Según Martínez, "la rehabilitación tiene una gran capacidad para generar empleo. Con un millón de euros de inversión se crean 67 puestos de trabajo".