De Irisarri recupera su novela de Isabel la Católica, "primera reina que reinó porque la dejaron y era querida"

En sus 811 páginas narra de la vida cotidiana de la época a través de este personaje real y de otras tres mujeres ficticias
La Escritora Zaragozana Ángeles De Irisarri
La Escritora Zaragozana Ángeles De Irisarri
EUROPA PRESS
La Escritora Zaragozana Ángeles De Irisarri

La escritora zaragozana Ángeles de Irisarri ha recuperado su novela 'Isabel, la reina', sobre el personaje histórico de Isabel I de Castilla, es decir, Isabel la Católica (1451-1504), "una figura extraordinaria y la primera reina que reinó porque la dejaron reinar, la obedecieron y era querida".

De Irisarri ha explicado en una entrevista concedida a Europa Press que antes de escribir este libro —que publicó por primera vez en el año 2001— el personaje "no me era especialmente simpático porque no lo había estudiado", pero una vez dentro de él "me entusiasmó".

Así, la novela no solo aborda una parte de la historia de España en sus 811 páginas sino que "se puede ver como era la persona, la mujer", que, por ejemplo, "tuvo una infancia muy desgraciada" ya que "su padre murió y su madre estaba alunada y la criaron las damas de su madre, con mucho cariño, pero quien no ha tenido madre ejerciente siempre la echa de menos".

De Irisarri ha asegurado que Isabel la Católica "era muy culta" e "iba siempre con sus baúles con los libros". Tenía "ciento y pico libros, que para entonces era una barbaridad" y anduvo "siempre de aquí para allá", también mientras estuvo embarazada —tuvo cinco hijos— puesto que la Corte era itinerante, con una comitiva formada por "cuatro o cinco mil personas".

Ha agregado que la reina "se enteraba de todo lo que pasaba en el reino en 48 horas" y fue una época en la que "se dictaron muchas leyes". El libro, en el que se habla de la vida cotidiana del siglo XV, narra la historia de otras tres mujeres, dos hermanas de la nobleza —gemelas, marquesas y mancas cada una de una mano— y una plebeya, "que es una pícara" y "trapacera" y "tiene que sobrevivir".

Las tres nacen el mismo día y a la misma hora que la reina y sus historias transcurren de forma paralela o se entrelazan. Para documentarse sobre ese momento histórico, De Irisarri leyó documentos, a cronistas e historiadores actuales y antiguos.

Estos últimos, "te dan muchos detalles y eso es muy bueno". Según ha comentado, en sus novelas históricas "procuro siempre hablar de la vida cotidiana de la época y ponerme en la mentalidad" del momento, algo "vital" porque lo contrario "es desvirtuar las historias".

La escritora ha asegurado que se divirtió "mucho" al hacer esta novela y visitó los escenarios en los que transcurre la acción, que ya conocía, como Madrigal —donde nació Isabel la Católica—, Medina del Campo —donde falleció— o Valladolid, puesto que "no es lo mismo ir para conocerlas que para hacer una novela".

Unión de reinos

Ángeles de Irisarri se ha referido a las características políticas de la época y ha destacado que el matrimonio entre Isabel y Fernando llevó a la "unión de reinos", algo "importantísimo", si bien "fue una unión en las cabezas de los reyes, no administrativa" puesto que "cada reino siguió con sus costumbres".

Ha precisado que Isabel la Católica "se vio envuelta en todas las intrigas de la Corte" y "no iba a ser reina", además de que "querían casarla con el Delfín de Francia y con el Príncipe de Gales", pero puesto que su hermanastro Enrique IV no tuvo hijos ya que "era impotente" y su hermano Alfonso murió adolescente solo "quedaba ella y así se cumplía el testamento de su padre".

Isabel la Católica "quiso" ser reina "cuando vio el camino" y, además, "le apoyaron muchos nobles" y, sobre todo, el arzobispo de Toledo, que fue quien le buscó a Fernando como marido e "hicieron unas capitulaciones" en las que "se estipuló que cuando heredaran los reinos, cada uno reinaría en el reino del otro".

Así, cuando murió Enrique IV, Isabel y Fernando fueron proclamados Reyes de Castilla y cuando Fernando heredó el reino de Aragón ambos "se coronaron en La Seo de Zaragoza" y "se produjo la unión de reinos".

Como anécdota, De Irisarri ha comentado que cuando Isabel fue proclamada reina de Castilla, el texto decía "Castilla por el rey don Fernando y por la reina Isabel, su mujer, propietaria de estos reinos". Al respecto, la autora ha subrayado que era "propietaria, pero primero va Fernando, siempre, en todos los documentos", también en este.

Respecto al matrimonio de ambos, la escritora ha indicado que se realizó "casi de extranjis" ya que Isabel "no le comunicó nada a su hermano Enrique, aunque era preceptivo" y eran parientes, algo que en ese momento "no estaba consentido hasta el décimo grado" por lo que el arzobispo de Toledo hizo una "bula falsa".

Apaciguan a los nobles

Ángeles de Irisarri ha relatado que durante ese siglo XV "los nobles solo habían guerreado entre sí y contra los reyes de Castilla", pero con este matrimonio "los Reyes Católicos tomaron la riendas de la situación" y promovieron la conquista de Granada.

"Apaciguaron a los nobles por los buenas o las malas y casi todos se sumaron al bando vencedor, aunque algún revoltoso hubo" y "juntos emprendieron la conquista de Granada, para la que vinieron hasta caballeros alemanes y franceses". Además, "iniciaron el imperio español" apoyando a Cristóbal Colón y el descubrimiento de América.

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