El joven que convivió con el cadáver de su madre ejercía la mendicidad y no quería perder la pensión

El joven que convivió durante dos meses con el cadáver de su madre en su domicilio de la localidad valenciana de Aldaia ejercía la mendicidad y no informó del fallecimiento de su progenitoria porque no quería perder su pensión, que ascendía a 600 euros, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del caso.
Antonio, De Aldaia, Enseña La Puerta Del Joven Que Ocultó El Cadáver De Su Madre
Antonio, De Aldaia, Enseña La Puerta Del Joven Que Ocultó El Cadáver De Su Madre
EUROPA PRESS
Antonio, De Aldaia, Enseña La Puerta Del Joven Que Ocultó El Cadáver De Su Madre

El joven que convivió durante dos meses con el cadáver de su madre en su domicilio de la localidad valenciana de Aldaia ejercía la mendicidad y no informó del fallecimiento de su progenitoria porque no quería perder su pensión, que ascendía a 600 euros, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del caso.

Tanto el joven, de unos 20 años, como su madre, de casi 60, estaban empadronados en el municipio valenciano de Torrent, pero, sin embargo, vivían en un piso alquilado en Aldaia, ubicado en la calle Fernando Narbón. Asimismo, ambos ejercían la mendicidad en la localidad de Alaquàs.

Al ver que no podían hacer frente al pago del alquiler de la vivienda en la que residían, los dos se presentaron en el Ayuntamiento de Aldaia para informarse y pedir ayuda. Desde el consistorio fueron atendidos y les pusieron una cita para el pasado mes de febrero, pero no acudieron, puesto que la madre ya había fallecido, han señalado desde las dependencias municipales.

Las mismas fuentes han indicado que el joven, que estaba desempleado y no recibía asistencia por parte de los servicios sociales, pudo no comunicar la muerte de su madre por necesidad, para supuestamente seguir cobrando la pensión que tenía su madre.

Los bomberos fueron los que encontraron el cadáver de la mujer, después de que un vecino alertara a la Policía del fuerte olor que desprendía la vivienda. Este mismo vecino ha contado a algunos periodistas que llamó a la Policía porque la escalera "olía mal" y "había muchas moscas", con lo que empezaron a sospechar "algo".

En un principio, ante el fuerte olor, pensaban que se trataba del perro que tenían, que estaba muy viejo. "Llevábamos unos días que olíamos algo y pensábamos que se había muerto el perro y que lo tenían ahí metido", ha narrado.

Este vecino, Antonio, cuya vivienda está en el mismo rellano que la del joven, en concreto, en frente, ha explicado que cuando llegó la Policía, llamó al timbre de la casa en la que vivían el joven y su madre pero no les abría nadie. Por este motivo, los agentes avisaron a los bomberos, quienes subieron a la terraza y desde allí bajaron una escalera para acceder a su balcón.

Una vez allí, entraron y se encontraron con el cadáver de la mujer, que estaba en la cama de una habitación. Antonio ha indicado que hacía tiempo que ya no veían a la mujer, y les ha descrito como una familia que no se paraba a hablar con los vecinos. "El hijo no hablaba mucho, subía y bajaba, y hola y hasta luego. Él bajaba todos los días al perro por la mañana y por la tarde", ha descrito.

Además, Antonio ha indicado que el día 10, el joven y su madre "iban a la calle porque no pagaban el alquiler, debían un año y pico". Él, según ha dicho, "ha estado trabajando, pero seguramente que a última hora ya no trabajaba".

La Policía se ha hecho cargo del caso y está investigando las causas de la muerte de la mujer, a quien hoy se le está practicando la autopsia. Dentro de esta investigación, el hombre acudió anoche a prestar declaración en comisaría de forma voluntaria, y tras ello siguió libre y sin imputarle ningún delito.

Más vecinos

Por su parte, Tirso, otro vecino del inmueble en el que residían el joven y su madre, ha indicado a los periodistas que conocía a la mujer, pero que ésta "no tenía relación con nadie. Tampoco hablaba con nadie, vivía con el hijo y era un misterio", ha dicho.

Asimismo, ha indicado que cuando fue presidente de la comunidad de vecinos, tuvo que ir una vez a su casa por el asunto de los perros, porque tenía un perro, "y no pasé ni a la puerta porque no me daba buena impresión", ha afirmado.

Por otro lado, un vecino más, José, ha señalado que las personas que residen en la finca se han quedado "muy extrañados" con este incidente. "Hacía tiempo que no la veíamos —a la madre— y ha sido todo muy desagradable, estamos todos asombrados", ha apostillado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento