No hay muchos éxitos en nuestro cine, así que asumámoslo: la tercera parte de [Rec] es un acontecimiento. Cuando nació, en 2007, muy pocos imaginaban que ese patio de vecinos lleno de criaturas infernales batiría récords de taquilla, sería un éxito internacional y hasta tendría una versión americana, Quarantine.

Como tantos y tantos enamorados, Koldo y Clara se disponen a vivir un día muy especial: los abuelos están engalanados, los amigos ansían diversión y la novia está espléndida. Sí, tras un feliz noviazgo, hoy Koldo y Clara se casan.

Veremos fotos de los novios de niños, escucharemos emocionantes discursos y Tino Casal o Australian Blonde nos obligarán a bailar. Rafa, el mejor amigo del novio, intentará seducir a una bella invitada francesa, y la blanca y radiante novia se emocionará viendo a Koldo jurar amor eterno con Pablo Abraira y su Gavilán o paloma musicalizando el momento. Pobres.

Sí, pobres, porque esto es una película de terror, y el terror comenzará cuando un tío del novio muestre su herida del brazo. En minutos, adiós a la fiesta: del vivan los novios al sálvese quien pueda. La preciosa fiesta se convertirá en algo bastante parecido al día del juicio final.

El mundo no acabará, por supuesto (habrá una cuarta parte, [Rec] Apocalipsis, donde Plaza será productor y Balagueró director), pero en esta pasaremos miedo. También nos reiremos, porque hay muchas novedades. El que era el mejor ejemplo español de terror en primera persona, historia con cámara al hombro y recreación de una grabación casera, se convierte en un filme más clásico. Y otra cosa: también vamos a reírnos.

Porque el miedo y la risa son primos hermanos, y aquí también celebran un particular matrimonio. Mientras los infectados llenan la pantalla de sangre y los mermados supervivientes los despedazan con batidoras, sierras mecánicas y espadas para cortar la tarta nupcial, nos reímos... de lo horteras que podemos llegar a ser en las bodas; de la cantidad de zombis que hemos visto en mil películas; y, por supuesto, de lo deliciosamente mal que lo pasamos en el camino.

Manuela Velasco consiguió el Goya y el reconocimiento del público gracias a la reportera del primer [Rec], pero su tiempo en la saga ha pasado. Ahora es el momento de Leticia Dolera, gran protagonista de la película. La actriz supera la prueba: su dulzura y gracia inundan la pantalla, su drama es también el del espectador y su luminosidad oscurece a otros miembros del reparto, como, sobre todo, al novio de la película, Diego Martín.