¿Tienen que llevar deberes para casa los alumnos de primaria?

Alumnos del colegio Màrius Torres de Hospitalet de Llobregat.
Alumnos del colegio Màrius Torres de Hospitalet de Llobregat.
Toni Albir / EFE
Alumnos del colegio Màrius Torres de Hospitalet de Llobregat.

Huelga de lápices caídos en Francia. Padres y madres de niños de primaria están llevando ahora mismo a cabo una huelga para protestar por la dinámica de los deberes en la escuela pública. En Francia existe una ley que prohíbe mandar tareas a los alumnos de primaria,  pero además lo que piden es abrir una reflexión sobre el tipo de deberes que se manda a los niños para, entre todos, realizar nuevas propuestas que sirvan a un mejor desarrollo intelectual de los alumnos.

En España, la CEAPA (la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) también quiere abrir el melón del debate sobre los deberes. Considera que en España se mandan demasiados, sobrecargando a los niños, dejándolos sin tiempo para otras actividades y potenciando la discriminación de unos alumnos con otros porque sus padres no pueden ayudarles en las tareas.

20minutos.es ha preguntado a los sectores involucrados su postura. Deberes en primaria, ¿sí o no?

Petra M. Alonso. Catedrática de teoría de la Educación

"Tenemos un índice de fracaso escolar considerable, mejorar este fracaso es lo prioritario", asegura Alonso. "Cuando se mandan tareas a casa, no todos los niños tienen la misma acogida. Unos padres se preocupan más, otros no tienen tiempo, y eso es una fuente de discriminación: resulta que los niños que no tienen apoyo en casa y no hacen los deberes no analizan su contexto, sino que empiezan a tener una mala imagen de sí mismos", explica.

Pero también critica el exceso de actividades extraescolares de los niños. "Si después de las actividades extraescolares, tienen que hacer tareas, les sometemos a un estrés tremendo", reconoce.

Alonso pide que se fomente lo máximo posible "el juego libre", porque con él "aprenden de cooperación, a superar la frustración, competencias mucho más necesarias en la vida", sugiere.

Para esta catedrática en teoría de la Educación "los padres tienen razón en que se mandan demasiados deberes, pero los profesores tienen la obligación de cubrir unos requisitos mínimos de aprendizaje".

La solución: "el diálogo. Habría que dialogar para ver qué posibilidades hay de que se salve el interés de los niños, no el de los profesores o los padres. Que posibilidades hay de entender cuáles son las necesidades de esos niños... y cómo se pueden aunar con los objetivos de aprendizaje".

Luis Carbonell, presidente de Concapa

El presidente de la Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos opina que es "un sinsentido" el que se plantee convocar una huelga de deberes. "El estudio es un trabajo que lleva un esfuerzo y hay que distinguir entre entender la lección y aprender la lección, algo que tienes que hacer en casa y con esfuerzo.".

Para Carbonell, los deberes tienen muchas ventajas. "Ayudan a conseguir un hábito de estudio, de orden y de superación. Estamos a favor, otra cosa es que si hay excesivos deberes haya que reducir la carga, para que exista la opción a que haya otras actividades en casa", puntualiza.

No está de acuerdo en que los deberes sean una fuente de discriminación. "Nos parece un falso debate. En España la mayoría hemos tenido padres sin carrera universitaria, pero ocupados y preocupados por sus hijos. Lo que hace falta es que los padres se impliquen, valoren el trabajo y reprendan cuando no los hagan. Los deberes ayudan a los niños a formar la personalidad y a alcanzar la madurez".

Inma Marín.   Presidenta de la Sociedad por el derecho de los niños a jugar

"Estoy convencida de que se mandan demasiados deberes", dice tajante Marín. "Con las cinco horas lectivas debía de ser suficiente. Además, pienso que los deberes tendrían que ser más un hábito de trabajo que un trabajo en sí mismos. Hay que fomentar, sí, el hábito de reservarte un tiempo para repasar pero no como se está haciendo, llenando el tiempo libre con ejercicios".

Además, Marín explica que los niños y las niñas necesitan tiempo para sus aficiones a todas las edades, porque es una forma de asentar los aprendizajes. "Creo que hay demasiadas mochilas cargadas de libros para arriba y para abajo", concluye.

Carmen Guaita, vicepresidenta del sindicato ANPE-España.

"Los deberes no deben de ser una compensación del trabajo en clase ni los padres han de sustituir al profesorado", empieza puntualizando Guaita. "Son oportunidad para el desarrollo del hábito de trabajar de manera individual que el niño o la niña necesitarán para tener éxito en los estudios. Son también una ocasión de que los padres estén enterados del aprendizaje de sus hijos".

Entonces, no perdiendo de vista lo que son y lo que no son, "tenemos que aplicar el sentido común y por supuesto aplicar el diálogo de los padres con el profesorado", propone. "No pasa nada si a nivel individual se acude al profesor en el caso de que un hijo no pueda con los deberes, porque sean demasiados", explica.

"En ANPE creemos que antes de convocar una huelga de deberes, hay cartuchos que quemar y una cosa importantísima que recuperar el diálogo entre padres y profesores".

Para Guaita, la reflexión de deberes sí o no también habría que hacerla sobres si los niños no tienen "un horario sobrecargado de actividades extraescolares que les obliga en ocasiones a hacer deberes a las nueve de la noche". Opta por aplicar el "sentido común". "Deberes en su justa medida y en su tamaño sí son útiles".

Comunicado de los padres y madres de Ceapa

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos denunciaba este martes que "en los últimos años se ha incrementado el tiempo que los menores han de dedicar a los libros fuera del colegio". A su modo de ver, "esto demuestra que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas y representa en gran medida un fracaso del sistema escolar".

Para Ceapa, "los niños ya deberían cumplir el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y en el horario escolar". "El alumnado encuentra en las aulas una enseñanza poco motivadora, poco práctica y alejada de la cultura audiovisual en la que ha crecido, ya que sigue fundamentándose en el libro de texto y en el aprendizaje memorístico".

Y defienden que los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, "que también contribuyen a su desarrollo personal", argumentan.

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