La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha asegurado que el Ayuntamiento "no va a despedir a nadie, ni va a realizar otro tipo de recortes, ni va a subir los impuestos", porque "el ajuste está hecho" con normalidad a través del Plan de Austeridad iniciado hace cuatro años, con el que se anticiparon a las líneas que marca ahora el Gobierno central en su modelo para elaborar un plan de ajuste.

Así lo ha señalado este viernes en la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno municipal, en la que ha aseverado que el estado financiero consistorio es "más que aceptable" pese a las "falsedades" vertidas en torno a esa cuestión y que, de hecho, la mayoría de las cosas que exige el Ejecutivo, en Valencia ya están "en vigor y comprometidas con un año de anticipación".

Barberá ha valorado que el Ayuntamiento ha reconocido una deuda de 181 millones en facturas pendientes de pago y, por tanto, está "en un nivel mucho más sereno y con mucha menos tensión de deuda que otros mucho más pequeños", de menos de 225 euros por habitante. Es más, ha achacado la mayoría de esas deudas a las "mermas reiteradas de ingresos" a las que se vieron "sometidos" por el Gobierno socialista.

En la misma línea, el vicealcalde Alfonso Grau ha anunciado que en un máximo de cinco años habrán ejecutado el plan de ajuste propuesto por el Gobierno central, cinco años antes de lo previsto por Madrid, gracias a las rápidas amortizaciones de deuda financiera. Además, ha indicado que la semana que viene comparecerán para dar detalles del cumplimiento del presupuesto en enero y febrero, "que son los dos meses cerrados", y procederán del mismo modo en el futuro.

"nos hemos adelantado"

"Que nadie se llame a engaño, cuando alguien diga que el Ayuntamiento de Valencia no ha tomado ninguna medida de ajuste es porque no hemos necesitado tomarlas porque las teníamos vigentes". "Nos hemos adelantado, hemos estado más o menos inspirados, pero la verdad es que hemos acertado", ha sentenciado Grau.

Barberá ha destacado que han mostrado esa misma anticipación en cuanto a las previsiones y propuestas de la recién aprobada Ley de Transparencia y que, de hecho, ya tienen listos los medios mecánicos y administrativos para poner en marcha de manera inmediata las medidas que establece esa norma.

Al respecto, ha subrayado que el programa electoral con el que concurrió a las últimas elecciones ya explicitaba su "apuesta por la austeridad y por la transparencia" y, en concreto, abogaba por "hacer público el destino de los ingresos y los impuestos municipales" reflejados en el presupuesto "de modo permanente a través de la web".

Barberá ha remarcado que se adelantaron a la hora de "explicar cómo se gasta el dinero público" y también en la puesta en marcha de las llamadas 'licencias exprés', que agilizan la concesión de autorización para el inicio de obras y actividades en la ciudad, en el marco de "un ejercicio de anticipación y responsabilidad" que aplicaron en materia económica y que les ha llevado a gozar de una "de las mejores" situaciones financieras en el ámbito local.

Así, ya tienen "todas las infraestructuras, software y hardware, preparadas para que los ciudadanos puedan realizar absolutamente todos los trámites relacionados con su Ayuntamiento a través de la red" y ya está concluida la Ordenanza sobre Administración Electrónica, que será aprobada en el pleno del próximo viernes.

Barberá ha insistido en que la transparencia ha sido uno de los ejes de su gestión, desde la publicación de los sueldos y patrimonio de los miembros de la corporación a los contratos públicos y los convenios, que se suelen firmar en convocatorias abiertas a los medios de comunicación. "Siempre hemos ido por delante, así que ahora no nos hallamos ante exigencias de carácter duro, sino en la línea y en consonancia con lo que se nos pide", ha sentenciado.

Es más, ha celebrado que esa "cultura de la anticipación" les ha ayudado a "crear una situación de confianza" en el consistorio que atrae a la iniciativa privada y, por consiguiente, "mueve la inversión y la creación de puestos de trabajo" en la ciudad.

Nueva torre de msc y futuras inversiones privadas

Entre esas futuras inversiones privadas, ha resaltado la torre que construirá Mediterranean Shipping Company (MSC) en la ciudad para albergar su oficina central, que cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros y generará 300 puestos de trabajo.

Además, ha recordado otras obras previstas como la del nuevo Hospital Quirón, cuyo coste asciende 90 millones de euros, el nuevo Mestalla, cuyo presupuesto se cifra en 344 millones de euros, o el Centro Comercial Oceánic, con una inversión de 265 millones y 1.000 empleos para su construcción y 2.500 después. En este punto, ha preferido no adelantar el fruto de las "muchas" reuniones de trabajo "sin publicidad" que mantiene a diario con futuros inversores.

Según ha dicho, "algo y bien se está moviendo por la buena gestión de la ciudad, y también hay dinero público para la primera fase del Parque Central, cuyo proyecto de ejecución está finalizado, y ahora se negocia para conseguir el suelo privado que se precisa". Así, ha defendido esos logros de su gobierno frente las protestas por los recortes y ha criticado "los tres millones de despidos causados por el desastre de gestión política del Gobierno socialista, autor del gran recorte social que se cifra en cinco millones de parados, sin empleo, sin sueldo y sin participación en la Seguridad Social".