La celebración de la Semana Santa en Castilla y León se verá condicionada nuevamente por la lluvia, ya que las previsiones apuntan a un incremento de la inestabilidad para esas fechas, tal y como ha anunciado el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad, Juan Pablo Ortiz de Galisteo, durante los actos conmemorativos del Día Meteorológico Mundial desarrollados hoy en Valladolid.

Aunque todavía es pronto para una previsión detallada, Ortiz, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha augurado ya una Semana de Pasión en Castilla y León marcada por la inestabilidad. "Teniendo en cuenta que se trata de casi diez días, es difícil que en uno de ellos no nos caiga algún chubasco", ha advertido el responsable regional de la AEMET.

Éste ha vaticinado además una primavera con temperaturas superiores a los valores normales pero con precipitaciones en torno a la media de los últimos años, que en Castilla y León se situarán en los 40 litros por metro cuadrado, circunstancia que, tal y como ha lamentado, "no servirá para paliar lo ocurrido en este invierno que ha sido extremadamente seco".

Ortiz de Galisteo y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Ramiro Ruiz Medrano, entre otras autoridades, han participado hoy en Valladolid en la celebración del Día Meteorológico Mundial, efeméride que este año coincide además con la conmemoración del 125 aniversario de la creación del Servicio Meteorológico Español, creado en 1887 y que hasta la fecha ha contado con hasta seis denominaciones distintas.

Sequía e incendios

Durante el acto, que ha consistido en una conferencia ofrecida por los meteorólogos Gabriel Buendía Moya y Nieves Garrido del Pozo, junto con la entrega de diplomas a colaboradores anónimos de la AEMET en diversas provincias de la Comunidad, Ruiz Medrano y Juan Pablo Ortiz han coincidido al resaltar la importancia de este servicio, cuyo objetivo primordial es "salvar vidas humanas" pero cuyas predicciones tienen un gran impacto para el mundo del "campo, la economía y el ocio", como así ha apostillado el primero de ellos.

En el discurso del delegado no han faltado las referencias al hecho de que "los caprichos del destino o los fenómenos meteorológicos" han puesto a España y Castilla y León en una situación hídrica complicada, que afecta sobremanera a los cultivos y la ganadería y, por tanto, a la alimentación, al tiempo que ha atribuido a tal situación buena parte de los incendios inusuales que durante los últimos meses han asolado a la Comunidad, "en la que los pirómanos y otros perversos intereses han provocado una de las más duras campañas en temporada de invierno".