La Marina se convierte en la esencia, y también presencia, permanente de la muestra, donde las imágenes de Català García y los textos de Ismael Belda se complementan para ofrecer una suerte de píldoras sensitivas que huyen de la postal habitual, tópica, para devolver a los espectadores imágenes singulares, especiales, que, sin embargo, están presentes en la realidad para cualquiera que disponga de un poco de tiempo.
El texto, en valenciano en el original, comienza así: «Dragones chinos o lenguas del infierno...». Es sólo un ejemplo de la exposición Silenci interior, ubicada en la sede universitaria de Alicante (avda. Ramón y Cajal, 4) hasta finales de abril.
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