El gorila Schorsch, el mayor de los gorilas solteros de llanura occidental que habitan en Loro Parque (Tenerife), ha cumplido 40 años, una edad poco frecuente en ejemplares de esta especie, ya que sólo el 2 por ciento de los machos en cautividad alcanzan esta cifra, tal y como ha informado este parque temático en una nota de prensa.

Para celebrar este día, los cuidadores y veterinarios de Loro Parque prepararon una actividad de enriquecimiento ambiental y sensorial en la que, además de la tarta realizada con sus frutas favoritas, se le 'regaló' una cesta especial de verduras presentadas de una forma diferente con el fin de estimular su curiosidad.

"Schorsch es un gorila mayor cuyo comportamiento paciente, pausado y noble no deja de sorprender a sus cuidadores, quienes se esmeran en la atención y dedicación constante", explica Loro Parque.

Los gorilas de llanura habitan en los bosques tropicales donde se agrupan en familias con un macho dominante, un grupo de varias hembras y sus crías. Cuando las crías crecen, suelen abandonar los grupos familiares y se reúnen temporalmente en grupos de solteros y solteras hasta que forman un nuevo clan o toman el control de uno existente.

Loro Parque logró recrear esta estructura social en el parque con un grupo de solteros, solucionando así el problema al que se enfrentaban los zoológicos a mediados de los años noventa con el excedente de machos en sus grupos.

El agravamiento en el estado de conservación de esta especie ha hecho que los esfuerzos de cría en cautividad sean mucho más importantes ahora. Afortunadamente, la población gestionada de manera coordinada por los zoológicos europeos (EEP) cuenta con un buen número de ejemplares (420 en el año 2008), de los cuales las tres cuartas partes han nacido en cautividad.

Según Loro Parque, "el grupo de solteros del parque es una pieza clave en este programa de cría en cautividad europeo, ya que permite un mayor intercambio genético y ayuda a gestionar los grupos familiares en otros zoológicos".

Las poblaciones de gorila de llanura en la naturaleza se encuentran en declive como consecuencia de la caza furtiva y de enfermedades como el virus del Ébola, que ha llegado a exterminar hasta el 90 por ciento de los gorilas en algunas zonas.