Ana Curra: el punk no ha muerto

  • Ana Curra presentó en directo los temas de Parálisis Permanente, banda de culto de la que formó parte junto con el fallecido Eduardo Benavente.
  • Casi treinta años después de la disolución de la banda, temas como 'El acto' o 'Tengo un pasajero' volvieron a ser interpretadas en una sala.
Ana Curra, durante el concierto que ofreció el 9 de marzo en la sala Kapital de Madrid.
Ana Curra, durante el concierto que ofreció el 9 de marzo en la sala Kapital de Madrid.
MAITE TIRADO
Ana Curra, durante el concierto que ofreció el 9 de marzo en la sala Kapital de Madrid.

Han pasado casi tres décadas desde que un accidente de coche terminó con la vida del músico Eduardo Benavente y con la del grupo que este lideraba y del que formaba parte Ana Curra: Parálisis Permanente.

Atrás dejó una muestra de punk extremo y oscuro (recogida en un único LP, El acto, y dos EP), una novia desconsolada (Ana Curra), la elevación de su nombre a mito y la conversión de Parálisis Permanente en banda de culto.

El grupo solo llegó a presentar en directo los temas de su álbum en cuatro ocasiones, ya que Benavente falleció cuando se dirigían a Zaragoza para ofrecer su quinto concierto de gira, tras actuar en León.

El viernes, Ana Curra, arropada por una nueva formación –el guitarrista César Scappa, exEscaparates, cigarro en boca y su actual pareja sentimental; Manolo UVI (bajo), Jose Battaglio (guitarra) y Rafa Le Doc (batería)- revisó en Madrid el repertorio de Parálisis Permanente ante un público numeroso y entusiasmado, sembrado a partes iguales por crestas, canas, rapados arriscados y calvicies, y que incluso se atrevió a celebrar con empujones los últimos bises.

Pese a que el encuentro se articulaba en torno a la nostalgia, la emoción del pasado y el homenaje a Benavente, la velada contó con momentos brillantes. Como la reconversión instrumental, ahora más intensa y pesada, del comienzo de algunos de los temas; la aparición en el escenario de Santi Balmaseda, bajista original de Parálisis, y la interpretación desatada de Curra, compuesta por gritos respetablemente afinados en temas como Autosuficiencia, Un día en Texas, Tengo un pasajero y Vamos a jugar.

La artista, de 53 años, mantiene el cabello negro largo afeitado por los laterales, la mirada azul, los movimientos asalvajados del lenguaje punk y la coquetería de subirse a un escenario cubierta únicamente por un conjunto de lencería oscuro y un vestido de redecilla transparente.

Aunque su teclado educado en clases de solfeo no se oyó demasiado en los primeros temas, la actitud de Curra suplió esos ingredientes encargados de aportar una mayor oscuridad al conjunto. Así se las gasta.

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