Muestran la convivencia artística de cristianos, musulmanes y judíos en el Imperio Bizantino

  • La gran exposición 'Bizancio y el Islam, una era de transición' reúne en el MET de Nueva York 300 obras derivadas de la colaboración entre las tres culturas.
  • Han colaborado museos de una docena de países, entre ellos Jordania, Israel, el Vaticano, Francia, Alemania y Georgia.
  • Resaltan el 'diálogo' en el Mediterráneo oriental como fructífero.
Pergamino coloreado y caligrafiado con pan de oro y plata. La procedencia más posible es Túnez y está datado entre 900 y 950
Pergamino coloreado y caligrafiado con pan de oro y plata. La procedencia más posible es Túnez y está datado entre 900 y 950
© 2011 Museum Associates / LACMA. Licensed by Art Resource, NY
Pergamino coloreado y caligrafiado con pan de oro y plata. La procedencia más posible es Túnez y está datado entre 900 y 950

Las cosas no siempre fueron tempestuosas y sangrientas en el Mediterráneo oriental. Durante un tiempo en la región se entendieron y colaboraron en el arte y su aplicación a la vida cotidiana personas cristianas ortodoxas, judías y musulmanas.

La exposición Byzantium and Islam: Age of Transition (Bizancio y el Islam: una era de transición) recrea la ósmosis cultural y el clima de diálogo pacífico que reinó entre las tres grandes religiones durante el siglo VII de nuestra era y en territorio del Imperio Bizantino. La muestra, que será inagurada el 14 de este mes (hasta el 8 de julio), ha sido organizada por el Metropolitan Museum of Art (MET) de Nueva York (EE UU).

Clima de colaboración

Para la exhibición, la primera organizada nunca sobre el periódo en que Bizancio empezó a perder peso y aceptar la preminencia del Islam, se ha buscado el mismo clima de colaboración. Las 300 piezas que conforman la muestra han sido cedidas por museos de una docena de países, entre ellos Jordania, Israel, el Vaticano, Francia, Alemania, Grecia, Dinamarca, Reino Unido y Georgia.

Byzantium and Islam: Age of Transition analiza, dicen los organizadores, una época "bien conocida pero no siempre bien entendida", iniciada a comienzos del siglo VII, cuando el Mediterráneo oriental, que llegaba a Siria y Egipto, era una parte "muy influyente" del Imperio Bizantino. De las zonas musulmanas llegaron conocimientos y técnicas que se fundieron con las cristianas ortodoxas mayoritarias y las judías.

Las piezas artísticas y de artesanía o artes decorativas que componen la exposición demuestran que existía "un alto grado de interacción entre las comunidades cristiana, musulmana y judía cuyo rastro pervive hasta la actualidad", dice el director del MET, Thomas P. Campbell. Los comisarios,  Helen C. Evans y Michael Jaharis añaden que "el diálogo entre Bizancio y la cultura y los estilos emergentes musulmanes queda demostrado".

Artes emergentes derivadas del Islam

Organizada en torno a tres bloques (el carácter secular de las provincias del sur del imperio durante la primera mitad del siglo; la continuidad del comercio interregional pese a los cambios políticos, y las artes emergentes derivadas de la creciente influencia y poder del Islam en la región), la exposición incluye mosaicos, manuscritos científicos, piezas de vestuario, tallas de madera, piedra y metal, joyas y elementos decorativos.

En algunas piezas, el contagio entre las tres culturas es patente de modo claro. El MET exhibirá un grupo de pequeñas lámparas votivas con inscripciones cristianas en griego y bendiciones musulmanas en árabe.

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