El director del Centre de Recerca Econòmica (CRE), Antoni Riera, ha advertido de que Baleares está "a las puertas de recesión", a las que se entraría en el primer trimestre de este año, con una previsión de crecimiento negativo del PIB de entre el -0,3 y el -0,6 por ciento en 2012.

En una rueda de prensa en la que ha presentado el balance económico del cuarto trimestre de 2011 y ha avanzado las expectativas de 2012 ha indicado que si Baleares mantiene el déficit del 4 por ciento con el que cerró el 2011, los recortes "tendrán que ser el triple" en las islas y en el conjunto de la economía a nivel nacional.

Así, ha considerado que se tendrá que relajar el objetivo del déficit fijado por el Gobierno de un 1,3 por ciento, ya que, actualmente, los recortes son "insuficientes" porque a nivel nacional, el déficit público alcanzó el 8,51 por ciento del PIB en 2011, según los datos difundidos este lunes.

Riera ha considerado que para paliar esta situación, se debe trabajar en políticas de "racionalización del gasto" y en una de las "lacras" de Baleares, que es mejorar la productividad. Así, ha reconocido que se trata de un momento "muy delicado", por lo que ha advertido de que entrar en recesión depende de lo que suceda en los próximos meses.

El director del CRE ha indicado que los datos son más negativos ahora que hace unos meses, debido a que la economía del archipiélago recayó en la recta final del pasado año, lo que ha comprometido las expectativas para este año.

En esta línea, ha detallado que del tercer al cuarto trimestre del año pasado, el indicador de crecimiento pasó del 55,3 por ciento ciento al 25,6 por ciento, mientras que el indicador de aceleración descendió del 66 al 32,6 por ciento. Todo ello, según ha apuntado, ha provocado que el crecimiento del PIB se situara a final de año en un 0,3 por ciento, por lo que no se cumple la expectativa del 0,4 por ciento, que tenía inicialmente el CRE.

"la destrucción de empleo también ha aumentado"

Por otra parte, la bajada del ritmo de actividad también "incide en comprometer las expectativas de 2012" y "pasa factura" a las principales constantes laborales, según ha destacado.

El proceso de destrucción de la ocupación se ha intensificado y en el cuarto trimestre de 2011, tal como ha explicado, "ha encajado el mayor recorte de los dos últimos ejercicios", con un descenso del -5,1 por ciento en los asalariados, un -1,7 por ciento en los autónomos y un -4,4 por ciento en el total de afiliados.

El informe recoge que ese resultado responde al cambio de tendencia del trabajo del asalariado y, así mismo, a la profundización en la senda negativa del trabajo autónomo.

En relación al paro, éste ha renovado su posición en la "zona de máximos", y, desde un 14,9% en septiembre, pasa al 22%. Esto atiende a la escalada del último trimestre y que ha minimizado los resultados del resto del año.

Según el estudio, la pérdida del proceso de normalización laboral que se inició en verano explica los problemas del acceso a la ocupación y esto "se agrava si se tiene en cuenta las dificultades del mercado para absorber a los parados".

Para Riera, "la intensa caída de afluencia turística justo al cierre del año", que ha evolucionado con "mayor intensidad que a nivel mundial" añade "más incertidumbre a las expectativas para este año".