La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha manifestado su "absoluta indignación" ante el aplazamiento del primer Día de las Letras Cántabras, que califica de "chapuza institucional en toda regla" y un "acto de desprecio manifiesto" por parte de un Gobierno "carente del mínimo de sensibilidad hacia su propia cultura".

Para ADIC, el aplazamiento de una actividad de trascendencia como ésta, ha "retratado" a una Consejería de Cultura "absolutamente apática, y sin ningún plan preestablecido a la hora de dignificar la literatura cántabra". "Los meses transcurridos desde la asunción de la propuesta hasta que, el pasado 19 de febrero, se suspendiera la actividad, han demostrado que no se hizo nada y que la apuesta era un simple gesto de cara a la galería", afirma la asociación en un comunicado de prensa.

ADIC está "convencida" que "si se hubiera tratado de una celebración de otro carácter, relacionada, por ejemplo con el mundo taurino, el flamenco o la hispanidad, la reacción institucional hubiera sido la opuesta; pero basta que el evento tuviera que ver con Cantabria y su cultura, para que la única finalidad haya sido minimizarlo hasta su total irrelevancia, comenzando por la falta de una definición explícita respecto de lo que las Letras Cántabras representan".

El colectivo cantabrista "sigue sin entender que se institucionalice el acontecimiento sin antes definir, expresa e inequívocamente, qué es lo que se pretende, dónde y a quién se quiere llegar, en qué fundamentos culturales-literarios se basa la elección de los homenajeados, o qué concepto de cultura y literatura cántabra se quiere trasladar a la ciudadanía". En su opinión, "al no darse estas circunstancias, el acto ya nacía condenado al fracaso".

Los cantabristas subrayan que todo Día de las Letras debe ir acompañado de una programación "plural y diversificada, con la participación del conjunto de la comunidad cultural y educativa, y que se oriente para llegar al pueblo, para que éste tome conciencia de su pasado y su patrimonio".