El Ayuntamiento de Palma ha aprobado este jueves en Pleno proponer al Govern balear que declare la zona intramuros de la ciudad como zona de gran afluencia turística, que permitirá que los comercios del casco antiguo puedan abrir los domingos.

La propuesta, que ha contado con los votos favorables del PP y el PSIB y en contra del PSM-IV-ExM, será estudiada ahora por la Mesa de Comercio del Ejecutivo autonómico, con "la intención de que empiece a ser efectiva desde el 1 de abril de este año, coincidiendo con el inicio de la temporada turística", tal y como ha explicado el teniente de alcalde de Turismo, Álvaro Gijón.

Asimismo, la propuesta contempla la puesta en marcha de iniciativas encaminadas a dinamizar la zona con música en las calles, apertura de museos, mercadillos, etc, así como aplicar los domingos - entre el 1 de abril y el 20 de octubre de 2012-, descuentos en los aparcamientos municipales de Antoni Maura y de Vía Roma a aquellos personas que realicen compras en los comercios de la zona.

También se ha se ha acordado crear una comisión de seguimiento, que estará integrada por miembros de las asociaciones empresariales más representativas del sector de la restauración y el comercio de CAEB, Pimem, Afedeco y Anged.

Dicha comisión, que ha sido una reclamada por las patronales, tendrá como misión específica "realizar un seguimiento de los resultados económicos y una evaluación de la eficacia y efectividad empresarial", cuya valoración quedará recogida en un informe que estará listo antes de que termine el 2012".

Asimismo, el equipo de gobierno municipal ha incluido una adenda, - fruto de las reuniones mantenidas con Pimeco para alcanzar un consenso-, que establece el "carácter experimental" durante el 2012 de la medida.

Durante el debate plenario, el teniente de alcalde de Turismo ha defendido la necesidad de que los comercios abran los domingos teniendo en cuenta la actual situación de crisis económica pero, sobre todo, ha remarcado, porque Palma es una ciudad turística que tiene que ofrecer a los visitantes la mayor oferta posible.

Con todo, ha insistido en que "no es una propuesta para los residentes, es para los turistas", y ha recordado que en otras ciudades en las que se ha puesto en marcha "ha funcionado". También ha explicado que, según sus cálculos, al no estar abiertos se pierden 15 millones de euros de volumen de negocio estimado.

Por su parte, la portavoz de los socialistas, Aina Calvo, ha dado apoyo a la iniciativa dado que Palma es una ciudad turística que tiene que estar viva y ser dinámica para dar respuesta a la demanda de los visitantes "y abrir los domingos supondrá una mayor dinamización", ha señalado.

El portavoz de la coalición nacionalista, Joan Verger, ha criticado la medida porque "la realidad es que favorece a las grandes superficies y las grandes franquicias en detrimento del pequeño comercio" ha criticado.

Para Verger "los números no salen de ninguna de las maneras", cuando, según ha apuntado, los domingos llegan a la capital balear entre 1.500 y 2.500 cruceristas, y hay 1.000 comercios en Palma. Asimismo, el portavoz nacionalista ha vaticinado que el "impacto" económico será favorable para las grandes superficies, "que ganarán cuota de mercado frente a los pequeños negocios".

Por su parte, el presidente de Pimeco, Bernat Coll, ha admitido que la propuestas puede ser "dinámica" si bien ha insistido en la conveniencia de que fuera de carácter experimental, una consideración que ha sido recogida por el Ayuntamiento.

Mientras, desde la Asociación de Restauración de Mallorca de CAEB, Francisco Martínez, ha apoyado la propuesta por la necesidad de que Palma aumente su actividad económica y ha animado al Consistorio a que ponga en marcha medidas adicionales para dinamizar la ciudad más allá de la apertura la apertura comercial.