Las parejas de hecho en la región aumentan un 20%

  • La Comunidad registró un total de 3.840 en 2011.
  • El rechazo a las ataduras del matrimonio eleva estas uniones, sobre todo entre jóvenes y homosexuales.
Una pareja, a punto de casarse
Una pareja, a punto de casarse
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Una pareja, a punto de casarse

Cada vez más parejas madrileñas deciden dar un paso más y formalizar su convivencia. Sin embargo, rechazan hacerlo bajo la figura del matrimonio, bien por sus implicaciones religiosas o bien por temor a las ataduras legales. Ante este dilema, optan por el término medio: convertirse en parejas de hecho. El Registro de Uniones de Hecho de la Comunidad formalizó durante el año pasado 3.840 parejas, frente a las 3.199 que se habían registrado en 2010 (un aumento del 20%), según los datos facilitados por la Consejería de Presidencia y Justicia.

"Son parejas que rehúyen las ataduras legales y rechazan los convencionalismos. Pero, a la vez, quieren regular su relación, con un cierto compromiso, para elegir cómo van a vivir o las condiciones de una hipotética separación", explica el abogado matrimonialista Luis Zarraluqui.

Al formalizar una pareja de hecho, ambas partes tienen la posibilidad de establecer las condiciones que van a regir su convivencia (quién paga la vivienda, por ejemplo) y las cláusulas en caso de anulación de la pareja (como la manutención de los hijos o la división de los bienes). "Tienen más libertad a la hora de pactar su relación", explica Zarraluqui. Sin embargo, en el caso de un matrimonio (civil o religioso), los contrayentes están más atados por la legislación. "El amparo de la ley puede ser una ventaja o una desventaja. Depende del grado de compromiso que se desee", dice el experto.

Mientras crecen las parejas de hecho, se estancan las bodas. El Registro Civil Único (que recoge los enlaces en la capital) formalizó 2.566 matrimonios en 2011, solo un 0,47% más que el año anterior, según el TSJM. La razón está en "el cambio de valores de la sociedad", cree el sociólogo Juan Díez Nicolás. Las uniones de hecho son más comunes en grupos críticos con lo tradicional, como los jóvenes (las solicitudes han crecido un 33% entre los jovenes de 18 a 30 años) y los homosexuales (el 94% de inscritos son parejas del mismo sexo).

Divorciarse ahora es fácil

"Buscan más facilidad para formalizar la unión y más flexibilidad en la ruptura", añade Díez Nicolás. Aunque, en la práctica, el divorcio exprés ha eliminado las dificultades para anular matrimonios. "Cada vez hay menos diferencias: las parejas de hecho van ganando derechos, mientras que los matrimonios son ahora más fáciles de disolver", sostiene Zarraluqui.

Emparejados o casados

Cómo unirse. Tras pedir cita en el 012, la pareja de hecho acude al Registro con 2 testigos que acrediten 12 meses de convivencia. En los matrimonios no basta con inscribirse, ya que un juez debe dar su aprobación.

Bienes. El matrimonio, por defecto, tiene régimen de gananciales; las parejas de hecho, separación de bienes, a menos que pacten lo contrario.

Contrato. En las parejas de hecho, los novios establecen sus condiciones; en los matrimonios, se regula por ley.

Pensiones. Los casados tienen derecho a pensión en caso de divorcio con hijos o muerte. Las parejas de hecho deben convivir al menos 5 años para cobrarla.

Disolución. Basta que un miembro pida la ruptura. El divorcio lo otorga un tribunal; en las parejas, no.

Ocho meses de espera por lo civil

El tiempo de espera y el engorro de los trámites son otras de las razones que esgrimen las parejas de hecho para escoger esa opción frente a las bodas. Para casarse por lo civil en la capital hay que esperar hasta ocho meses, situación agravada por la eliminación de las bodas por la tarde en el Ayuntamiento. Por lo religioso, la espera depende de la Iglesia.

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