La Diputación de Málaga ha otorgado la distinción de Fiesta de Singularidad Turística Provincial al Día del Boquerón Victoriano, un evento que se celebra en el municipio de Rincón de la Victoria cada mes de septiembre, congregando a más de 5.000 personas para degustar este pescaíto.

La concejala de Turismo del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, Marta Marín, ha destacado que se trata de "una buena noticia para nuestra localidad", ya que este distintivo, que se concede a fiestas y eventos con un notorio interés turístico en la provincia, permite el acceso a subvenciones y promociones específicas que otorga la Diputación con relación a este tipo de eventos.

Esto le permitirá participar en las campañas de difusión turística que realice esta Administración a través de su Área de Turismo, la inclusión de la fiesta en las publicaciones turísticas del ente supramunicipal y la participación en cualquier evento o actuación considerada de interés para el fomento del turismo en la provincia de Málaga.

Todo ello, por tanto, "viene a recompensar el trabajo realizado", ha valorado Marín, quien ha explicado, en un comunicado, que el objetivo de esta distinción es destacar aquellas manifestaciones populares existentes y "profundamente arraigadas", para de esta forma promocionar y difundir las singularidades turísticas de Málaga.

Por su parte, el alcalde de Rincón, Francisco Salado, ha manifestado que "la localidad está de enhorabuena", ya que "no sólo accederá a nuevas subvenciones en materia turística que dinamizarán la economía local, si no que, además, nuestro municipio estará en el mapa de las fiestas más importante de la provincia".

Además, ha recordado que Rincón de la Victoria cuenta con una distinción similar para el Concurso Tradicional de Verdiales de Benagalbón, por lo que seguirán en esta línea, "potenciando nuestras fiestas y nuestros eventos turísticos" y "trabajando conjuntamente con otras administraciones para desestacionalizar el turismo y para que el municipio sea un referente en el destino Axarquía".

En 2011 se celebró la octava edición de esta fiesta, en la que se repartieron 700 kilos de boquerones fritos y en vinagre y acudieron durante dos días más de 5.000 personas.