Un grupo de 55 trabajadoras de la conservera Alfageme mantienen este martes un encierro en la sede de la Xunta en Pontevedra, después de no haber obtenido una "respuesta" del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), en donde el lunes realizaron otro con el objetivo de reclamar una solución para el conflicto de este grupo conservero en fase de liquidación.

Convocado por la CIG, este grupo mantuvo el lunes un encierro entre las 9.00 y las 15.00 horas en la sede del Igape en Santiago de Compostela con el objetivo de reclamar a la Xunta una solución para que se pueda formalizar la venta de las plantas de Ribadumia y Vilaxoán al grupo empresarial El Consorcio, que fue el único que presentó una oferta en el plazo fijado por los administradores concursales.

Finalmente, optaron por abandonar la sede de este instituto dependiente de la Consellería de Economía e Industria, después de que su director, Javier Aguilera, les hubiese trasladado que las entidades financieras acreedoras estaban negociando con la familia Lago, anterior propietaria de la conservera, la retirada del recurso que interpusieron contra el auto de ejecución de los avales, que la Xunta ha anunciado que no podrá abonar hasta que el conflicto judicial este "cerrado", como señaló este lunes el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra.

Según ha explicado a Europa Press la secretaria de Alimentación de la CIG, Rosa Abuín, Aguilera les trasladó que "a lo largo del día" —por el lunes— les "darían una respuesta", pero tras no recibirla, las trabajadoras decidieron en una asamblea celebrada a las 10.00 horas de este martes en la planta de la conservera en Ribadumia continuar con las movilizaciones, y encerrarse en la sede de la Xunta en Pontevedra.

"voluntad política"

La representante de la CIG ha vuelto a definir como "patético" que la Xunta haya dejado la solución a este problema "en manos de los culpables del conflicto", la familia Lago, ya que considera que es la Administración autonómica la que "se tiene que poner al frente" de las negociaciones.

"Sin voluntad política no hay solución", ha opinado Abuín, quien ha incidido en que si la Xunta tiene esa "voluntad", existen "fórmulas jurídicas" para que pueda liberar los avales sin esperar a la resolución del recurso.

Por ello, ha afirmado que las trabajadoras encerradas no van a abandonar la sede de la Xunta "hasta que digan algo o (les) desalojen".