Qué hacer con los residuos acumulados tras reformar la casa

  • El cartón, la pintura o los casquillos se reciclan en su mayoría.
  • Los residuos peligrosos no pueden ir a la basura, solo al punto limpio.
  • Los cascotes de una obra no son peligrosos pero su reciclaje es difícil.
Ladrillos y materiales diversos generados durante una obra.
Ladrillos y materiales diversos generados durante una obra.
FLICKR/Valerie Everett
Ladrillos y materiales diversos generados durante una obra.

Meterse en obras en casa puede ser toda una aventura. Pero incluso cuando hemos dado la última capa de pintura y la casa luce mejor, las cosas no han acabado. En un extremo nos esperan los residuos de nuestra obra y no se trata de tirarlos en cualquier parte, por nuestra salud y la del medio ambiente.

Según la legislación vigente sobre residuos indica que existen tres tipos diferentes: urbanos, peligrosos y un tercer grupo llamado "otros". Siguiendo los consejos de la empresa Reparalia, repasamos cómo distinguir los distintos residuos y favorecer al medio ambiente, distribuyéndolos en sus respectivos depósitos.

No peligrosos

Se trata de paquetes de cartón, pintura, casquillos o grifos antiguos. Estos residuos se consideran no peligrosos y pueden ser reciclados en su mayoría.

Aceite vegetal: los aceites generados en el hogar se deben eliminar a través de la materia orgánica o entregándolo en los puntos limpios. No se deben tirar al desagüe.

Madera: se recicla, tritura y convierte en aglomerado para que vuelva a ser consumible. También se deben depositar en un punto limpio.

Muebles antiguos: se pueden reutilizar, llevar a un punto limpio o entregar en grupos de recogida que se encargan tanto de retirarlos del hogar, como de volver a hacerlos útiles.

Papel y cartón: es importante eliminar cualquier elemento extraño (grapas, cintas adhesivas y plástico) y depositarlo en los contenedores de color azul.

Chatarra metálica: únicamente se pueden reciclar aquellos que contengan latón (grifos, casquillos,...), plomo (material de fontanería, tubos de pasta de dientes,...), cobre (cableado eléctrico, tubos de gas, transformadores,...), hierro (puertas y ventanas), estaño (soldaduras,...) y aluminio (bandejas, ventanas, platos,...). Hay que llevarlo a un punto limpio.

Vidrios: se deben depositar en el contenedor verde.

Residuos peligrosos

La pintura viene en envases que contienen otras sustancias tóxicas. Los tubos fluorescentes también están hechos de materiales peligrosos. Estos componentes se convierten rápidamente en un riesgo para la salud y para el medio ambiente.

Pinturas y aceites: no se deben depositar en la basura. Se deben llevar a puntos limpios.

Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos: pueden contener materiales peligrosos. En el punto limpio se separan sus componentes, se tratan los dañinos y se reutilizan los demás.

Tubos fluorescentes: algunos contienen mercurio y otros metales peligrosos. Deben ser depositados en puntos limpios.

Plásticos y PVC: se deben depositar en el contenedor amarillo.

Residuos inertes

Son los residuos derivados de las obras de construcción o de las reformas en las viviendas (cascotes y demás). No son peligrosos ya que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas.

Su reciclaje es dificultoso ya que no se pueden tratar ni son biodegradables. Se deben depositar también en un punto limpio con un máximo de 60 kilogramos por día.

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