Los servicios de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía han intervenido más de 230 kilogramos de pescado en el puerto de Caleta de Vélez, en el municipio malagueño de Vélez-Málaga, que no contaba con la talla reglamentaria ni tenía el etiquetado de procedencia.

Así, en la inspección, realizada conjuntamente con una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga, se han incautado de un total de 237,6 kilogramos de pescado inmaduro —232,1 kilos de merluza y 5,5 de jurel—.

En concreto, la merluza presentaba una talla de 13 centímetros, muy inferior a la reglamentaria para este pescado en el caladero mediterráneo, situada en 20 centímetros, y había sido comercializada sin pasar por lonja.

Además, carecía de etiquetado que acreditara su procedencia y el resto de la documentación necesaria que debe acompañar a los productos pesqueros durante su transporte con la finalidad de garantizar la trazabilidad de los mismos.

Los inmaduros decomisados han sido localizados en el interior de varios vehículos, uno de los cuales ha quedado a disposición de la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca hasta la resolución del expediente sancionador, han precisado desde la Junta de Andalucía a través de un comunicado.

Esta actuación, han recordado, se enmarca dentro del programa de lucha contra la pesca y comercialización de inmaduros que llevan a cabo los servicios de Inspección Pesquera de la Junta con la colaboración de la Guardia Civil.

En este sentido, han recordado que la captura, transporte y comercialización de inmaduros, "además de ser una actividad ilegal y gravemente perjudicial para la sostenibilidad de los recursos pesqueros es una práctica que atenta contra la salud pública, ya que esos productos no pasan por ningún tipo de control sanitario".