La pareja gijonesa que fue rescatada del crucero 'Costa Concordia' tras el naufragio no ha recibido formalmente de la compañía naviera más que el compromiso del reembolso del viaje y unas disculpas por lo acontecido.

En este sentido, Sabela Fernández, natural de Galicia de 26 años, ha señalado a Europa Press que, ante el anuncio de la compañía de indemnizar a cada pasajero -sin contar los heridos y muertos— con 14.000 euros -incluido reembolso y otros gastos—, estudiará con una abogada si la cantidad es la que corresponde antes de tomar la decisión de demandar a Costa Cruceros.

Fernández ha explicado que por el momento no han puesto la demanda que tenían previsto porque quieren esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. A este respecto, ha apuntado que tienen un plazo de dos años para poder presentar una reclamación.

Asimismo, ha indicado que desconoce si la naviera la tendrá en cuenta como uno de los heridos del suceso, de cara al abono de la indemnización. La joven ha relatado que cuando ocurrió el siniestro se dio un golpe en la cabeza y en el pecho, aunque no fue ingresada. Desde entonces, sufre de vértigo y está bajo medicación.

Su pareja, David Criado, de 30 años, también tomó medicación tras el accidente porque estaba muy nervioso, aunque ahora está mejor. Fernández ha reconocido que todavía le vienen a la mente imágenes del siniestro y que despierta por las noches, tras lo que le cuesta conciliar el sueño.

Por otro lado, ha conminado al capitán del barco a que "al menos no se reía de la gente" y ha enfatizado cómo es que la gente se caía al agua y él curiosamente lo hizo en un bote. "No actuó bien", ha indicado después de todo lo que ha salido a la luz pública sobre el comportamiento de este. Ha dicho, también, no conocer a la joven moldava que supuestamente acompañaba al capitán, ya que a este solo lo vieron en la cena de gala.