El 20 de agosto de 2002 tuvo a su hijo en el Hospital de Móstoles, y rápidamente los captores se lo quitaron, y le dijeron que para recuperarlo debería prostituirse y pagarles 45.000 euros para recuperar a su niño.

Además, le amenazaban con ritos Vudú, por lo que la mujer empezó a ejercer la prostitución en varios clubes de Madrid y otros puntos de España.

Hace algo más de un año, presentó denuncia relatando esos hechos en una comisaría de los Mossos d'Esquadra en Lleida, y hasta el pasado mes de mayo no tuvieron conocimiento de ella los agentes de la Brigada madrileña de Extranjería.

Los agentes de la brigada madrileña comprobaron que el nacimiento del niño estaba inscrito en el registro civil de Fuenlabrada, en la fecha indicada por la madre y con el nombre de ésta.

Dos detenidos

Las investigaciones les permitieron localizar a la pareja de captores -Becky F., de 27 años, y Faith N., de 24- en una vivienda del Parque Coimbra de Móstoles.

La vivienda también estaba ocupada por su hija y por otra joven nigeriana, pero la policía no tuvo noticias del niño hasta que uno de sus vecinos informó sobre la posibilidad de que también hubiera otra persona en el piso.

El martes, el dispositivo de vigilancia montado por la policía dio sus frutos: vieron a un pequeño que se asomaba al balcón.

Inmediatamente, los agentes registraron el piso donde estaba el niño, en el que hallaron el pasaporte de su madre y el Libro de Familia, además de restos orgánicos utilizados en rituales vudú para atemorizar a la mujer.

El pequeño, que ha pasado a disposición del Servicio de Protección de Menores de la comunidad madrileña, tiene buena salud pero algún retraso de desarrollo, puesto que apenas habla.

Sus captores lo tenían encerrado en la casa, casi siempre solo, sin escolarizarlo ni inscribirlo en registro alguno.

Su madre vive ahora en Granada, con su actual pareja, y ya no ejerce la prostitución.