El Parlamento de Cataluña ha aprobado gracias a los votos de CiU y la abstención de PPC y ERC la prórroga de los presupuestos de 2011, ya que los de 2012 aún se encuentran en pleno trámite y su votación final no llegará previsiblemente hasta el pleno del 15 de febrero.

El conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, ha argumentado que la prórroga es del todo "necesaria y coherente" para dar cobertura a alguna eventual operación de endeudamiento que necesite la Generalitat.

Las críticas de la oposición, que han llegado desde todos los frentes, se han centrado en dos aspectos: reprochar al Gobierno catalán no haber presentado los presupuestos dentro de plazo -la ley marca el máximo del 10 de octubre-, y censurar que la prórroga se haya hecho a través de un decreto ley y no de un proyecto de ley.

Los partidos han argumentado que el artículo 64.1 del Estatut establece que los decretos ley no puede hacer referencia a los presupuestos, aunque han admitido, no sin reservas, que el Consell de Garanties Estatutàries avaló la actuación del Govern.

Asimismo, han reprochado al Ejecutivo catalán que si no se han presentado las cuentas cuando tocaba es por evitar perjudicar la candidatura de CiU a las elecciones generales del pasado noviembre con un presupuesto impopular que contenía, además, la creación de nuevas tasas.

El diputado de ICV-EUiA Joan Boada ha acusado al Govern de "falta de rigor político y jurídico y de actuar con prepotencia", mientras que el diputado de ERC Sergi de los Ríos ha constatado que el Ejecutivo catalán tiene ahora las mismas incertezas de cómo actuará el Estado que antes de las elecciones.

Desde el PSC, Josep Maria Sabaté ha reprochado al Govern que la prórroga presupuestaria merecía un proyecto de ley con lectura de urgencia para ser debatida, mientras de José Antonio Coto (PP) ha pedido que con las cuentas de 2013 el Govern deje de actuar con "improvisación".

Mientras que el diputado de C's Jordi Cañas ha acusado al Govern de cometer fraude de ley, la diputada de CiU Maria Mercé Jou se ha limitado a argumentar que los sucesivos gobiernos catalanes nunca han cumplido con la fecha de presentación de las cuentas: "La famosa fecha del 10 de octubre no se ha cumplido nunca, ni tan sólo cuando no había elecciones".