El CSIC intentará ajustarse al recorte evitando "que se note de forma irreversible"

  • Mariano Rajoy anunció un recorte de 600 millones de euros en I+D+I.
  • El nuevo director del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Emilio Lora-Tamayo, dice que le "va a costar mucho acomodar el presupuesto".
  • Entre los nuevos retos: que la fuga de cerebros no sea negativa para España y aumentar la colaboración con el tejido industrial.
  • Miles de personas piden a Montoro que destine el 0,7% del IRPF a la ciencia.
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora Tamayo.
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora Tamayo.
Javier Lizon / EFE
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora Tamayo.

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, asegura que va a "costar mucho acomodar" el recorte presupuestario en la I+D+i, aunque intentará evitar consecuencias "irreversibles" en un campo en que "destruir es relativamente fácil" y construir labor de años.

"Nunca se puede decir que no se puede aguantar nada más, pero la situación es muy difícil y nos va a costar mucho acomodar este recorte y no va a ser sin sacrificios de todas las partes", advierte en una entrevista con Efe Lora-Tamayo, quien afirma: "sería un utópico si dijera que aquí no va a pasar nada, esto efectivamente se va a notar. Esperemos que no se note de forma irreversible".

El nuevo presidente del CSIC, quien repite en el cargo casi una década después, se ha referido así al recorte de 600 millones de euros en I+D+i anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy, unos recortes que, no obstante, no cree que provoquen un parón científico aunque sí exigirán de la "capacidad imaginativa" de los investigadores.

Lora-Tamayo enmarca en las políticas de austeridad estos recortes, "el principal escollo con el que nos tropezamos al arrancar", que afectan a todos los ámbitos, si bien recuerda que el CSIC ha perdido ya cerca de un tercio de su presupuesto desde 2008.

Este investigador confía en que se trate de una situación coyuntural porque por "mucho tiempo no la podremos soportar sin que se empiecen a notar algunos signos de degradación importantes".

"Con esto tendremos que trabajar", según Lora-Tamayo, quien apuesta por "deslizar" o "demorar" el gasto en nuevas construcciones e iniciativas sin que "padezcan por ello ninguno de los proyectos".

En esto "podemos apretarnos el cinturón", sin "tocar" programas "más dolorosos" como el de personal, un capítulo en el que además quiere garantizar las condiciones y la calidad en los centros para conseguir un "entorno suficientemente atractivo" para los científicos.

Nuevos retos

La fuga de cerebros "no me preocupa excesivamente. No es que no me preocupe, sino que no me preocupa excesivamente en este momento. Lo que me preocupa es generar unas condiciones para que los investigadores hagan su trabajo con calidad y con una calidad comparable a los estándares internacionales".

Para Lora-Tamayo, los investigadores son "muy claros: se van al sitio donde pueden desarrollar su actividad. En eso no tienen fronteras".

El reto es, según el presidente del CSIC, que este trasvase de científicos no sea negativo para España.

Precisamente, Lora-Tamayo relata que uno de los problemas del CSIC es la falta de flexibilidad en la contratación de investigadores, actualmente vinculada a la oferta pública de empleo.

Se trata de "tener autonomía para poder contratar con los recursos propios generados", en opinión de Lora-Tamayo.

Otro de los retos de esta nueva etapa del CSIC es conseguir una mayor implicación en el tejido industrial.

En este sentido, recuerda que su organismo lleva tiempo haciendo esfuerzos con resultados notorios para dedicar su actividad no sólo a generar ciencia y conocimiento sino que también trabaja para participar más en las aplicaciones de la ciencia en la industria.

"El divorcio" entre el mundo de la tecnología, la industria, la innovación y el conocimiento está superado por parte de los investigadores, quienes "no hacen ascos" a la empresa.

No obstante, echa en falta mayor colaboración de la industria, si bien le consta que "también lo está intentando" y cada vez este sector es más consciente de que es en la ciencia donde puede encontrar el camino para solucionar los problemas.

A Lora-Tamayo, quien nunca se imaginó volver a la presidencia del CSIC -la ocupó entre 2003 y 2004-, no le preocupa que no exista en esta legislatura un ministerio de ciencia: "lo importante es que haya un cuerpo, llámese ministerio, Secretaría de Estado u oficina de ciencia, que tenga bien identificado el sector".

Lo imprescindible es que "esté donde esté" la ciencia tenga la "suficiente atención", y el respaldo dado ayer por el propio ministro en su toma de posesión es un "buen síntoma".

A la etapa socialista, aunque no le pone nota, le da una calificación positiva, aunque hay detalles con los que no está de acuerdo, como la falta de precisión de la ley de la ciencia; mientras que la ciencia española en sí misma le merece una nota "muy buena", aunque hay que incidir, insiste, en sus aplicaciones.

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