El presidente de Siria, Bachar al Asad, ha decretado este domingo una "amnistía general" por cualquier "crimen" cometido desde el inicio del levantamiento contra su régimen durante los últimos diez meses, según informa la agencia oficial de noticias siria, SANA.

El decreto legislativo nº 10 de 2012 concede "la amnistía general por los crímenes cometidos en el marco de los eventos sucedidos desde el 15 de marzo de 2011 hasta la fecha de emisión del decreto (este domingo, 15 de enero de 2012)", según recoge la agencia.

La amnistía incluye a los detenidos por violaciones de las leyes de manifestación pacífica, de posesión de armas y munición sin autorización y de "huida interior y exterior".

Asimismo, el comunicado explica que aquellos acusados que se encuentren fugados de la justicia en la actualidad no podrán beneficiarse de esta medida de gracia a menos que se entreguen antes del 31 de enero.

En el último mes, Al Asad ha emitido varios decretos similares de amnistía parcial para poner en libertad a "miles de personas cuyas manos no están manchadas de sangre". La última amnistía fue el pasado 5 de enero, cuando el Gobierno sirio anunció la excarcelación de 552 detenidos.

La liberación de todos los detenidos por su participación en las protestas es uno de los puntos incluidos en el acuerdo entre Damasco y la Liga Árabe, que contempla, además, el cese total de la violencia y el repliegue de las fuerzas armadas.

El anuncio coincide con el mensaje realizado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, quien instó al presidente sirio a que deje de "matar a su pueblo, ya que la represión conduce al estancamiento". "Es hora de escuchar las demandas del pueblo árabe y poner fin a los régimenes autocráticos", añadió el secretario general.

En un discurso en Beirut sobre la transición a la democracia en el mundo árabe, Ban aseguró asimismo que "no hay posibilidad de que una sola familia o una sola persona gobierne, la democracia necesita esfuerzos y tiempo".

Según datos de la oposición siria, unas 16.000 personas han sido detenidas durante las protestas contra el régimen de Bachar al Asad en Siria. Desde que comenzó la revuelta, a mediados de marzo pasado, más de 5.000 personas han muerto por la represión gubernamental en Siria, según la ONU, si bien las autoridades sirias culpan de la violencia a supuestos grupos terroristas.