La profesora de religión despedida: "La Iglesia no está por encima de la Constitución"

  • Entrevista a Resurrección Galera, tras conocerse la sentencia definitiva de su caso.
  • El Estado, condenado a indemnizarla y a readmitirla como profesora de religión.
  • El Tribunal Constitucional determinó ya en abril que su despido fue "nulo".
  • Su contrato no fue renovado después de que se casara con un divorciado alemán.
Resurreción Galera, la profesora de religión, que no fue renovada en 2001 en un colegio público a petición del Obispado de Almería tras casarse por lo civil con Johannes Romes (d) que estaba divorciado, ha pedido su readmisión "inmediata" después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le haya dado la razón.
Resurreción Galera, la profesora de religión, que no fue renovada en 2001 en un colegio público a petición del Obispado de Almería tras casarse por lo civil con Johannes Romes (d) que estaba divorciado, ha pedido su readmisión "inmediata" después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le haya dado la razón.
EFE
Resurreción Galera, la profesora de religión, que no fue renovada en 2001 en un colegio público a petición del Obispado de Almería tras casarse por lo civil con Johannes Romes (d) que estaba divorciado, ha pedido su readmisión "inmediata" después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le haya dado la razón.

Resurrección Galera, 46 años, se muestra feliz tras conocer la última sentencia de su caso, la que obliga al Estado a indemnizarla y a readmitirla como profesora de religión once años después de que fuera despedida por casarse con un hombre divorciado. Tímida, pero consciente de haber ganado una batalla histórica, atiende a 20minutos, en un viernes en el que los medios de comunicación no le dejan seguir con su rutina  en el hotel rural de Níjar (Almería) que regenta junto a su marido, Johannes Romes.

¿Cómo se siente al conocer la sentencia definitiva de su caso?

Estamos bastante satisfechos. Ha dado su fruto la lucha que hemos llevado adelante durante nada menos que once años. Estoy muy, muy contenta.

¿Tiene la sensación de que se escribe el punto final?

Bueno, ahora la sentencia tiene que ejecutarse, el punto final será cuando se ejecute. Cuando se produzca la readmisión inmediata a la que obliga el despido nulo y se ejecute la indemnización de los diez años de salario dejados de percibir.

¿Usted sigue deseando ser profesora de religión?

Siempre lo he querido ser, si no para qué tanta lucha. Mis creencias siguen siendo las mismas. Yo no hice nada malo para que no me dejaran serlo. Nadie ha puesto en cuestión mi actitud didáctica, como profesora. La enseñanza ha sido mi vida. Los niños me encantan. Ellos me enriquecían cada día, me hacían mantenerme viva.

Ha sido un largo y farragoso camino, ¿Cómo lo ha aguantado?

He tenido muchos apoyos, el principal: mi familia, pero también las compañeras a las que les está pasando lo mismo y multitud de colectivos que me apoyaban vía mail y por teléfono.

¿Cuál cree que es la lección a extraer de la sentencia?

Que el problema fundamental son los acuerdos con la Santa Sede que son los que están dando lugar a estas incongruencias a nivel laboral. Quiza hayamos aportado nuestro granito de arena para que algo se modifique. Esta sentencia dice que ni la Iglesia está por encima de los derechos constitucionales de las personas. Aunque si en lugar de la Iglesia hubiera sido un empresario, a estas alturas ya estaría empapeladísimo.

Los obispos insistían y habían pedido recurso de súplica...

Pero lo han desestimado. Se ha hecho justicia. Ellos pueden decir lo que quieran. La sentencia ha dejado bien clara la situación. Es un despido nulo y no hay causa objetiva. Mi despido en su día fue una cuestión personal que nada tiene que ver.

¿Cómo piensa celebrarlo?

Trabajando (se ríe). Nosotros seguimos con nuestra vida, sin grandes pretensiones, con nuestra hija…

¿Cómo resumiría la postura del Obispado?

Está bien claro que la jerarquía de la Iglesia está muy alejada de la realidad social de España. Hay muchos cristianos de base que no entienden algunas posturas que toman. La jerarquía está anclada en el pasado y está alejada de la realidad social. Es una pena porque hay mucha gente muy valiosa y con ganas de hacer cosas que no lo hace por falta de confianza.

Entonces, ¿se ve dando clases de religión el curso que viene?

Por supuesto. En ello estamos, si no no habríamos luchado tanto tiempo.

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