Cataluña ha encadenado siete muertes violentas en un trágico inicio del año 2012, en el que en tan sólo once días ha habido tres crímenes de violencia machista, el asesinato de un bebé de cinco meses, la muerte de un senegalés en el barrio del Besòs y el doble homicidio de esta madrugada cerca de Tarragona.

El último crimen ha ocurrido la madrugada de este miércoles en Vandellòs i L'Hospitalet de L'Infant (Tarragona), cuando una reyerta en un bar ha acabado con dos hombres muertos, acribillados a puñaladas.

Los Mossos d'Esquadra ya han detenido al supuesto autor de las puñaladas mortales, J.P.R., de 42 años, nacionalidad española, vecino de Vandellòs y con antecedentes por actitudes violentas, que es la pareja de la dueña del bar donde se produjo la pelea.

En declaraciones a RNE, el conseller de Interior, Felip Puig, ha señalado que la coincidencia de estas siete muertes violentas obedece a "actitudes individuales" que no se pueden predecir ni prevenir y que la estadística demuestra que a lo largo del año "siempre hay un mes, que no sabes por qué, por las vibraciones o los biorritmos, en el que los hechos criminales o las situaciones escabrosas se multiplican de forma exacerbada".

Además, ha destacado que todos los supuestas homicidas -menos el del primer caso de violencia machista, en Girona, que se suicidó-, han sido detenidos y ya están en manos de la justicia.

La primera víctima violenta de este 2012 ocurrió la noche del 1 de enero, cuando una mujer falleció en Girona de un golpe en la cabeza que le propinó su marido, que posteriormente se suicidó.

El martes 3 de enero, un hombre mató supuestamente a su mujer en su casa de L'Ametlla de Merola, en el municipio barcelonés de Puig-reig. El sospechoso, Enrique P.C., de 57 años, huyó de la casa tras cometer el crimen y se escondió en una cabaña en el bosque, hasta que dos días después, cuando volvía a la vivienda a buscar comida y ropa, fue detenido por los Mossos d'Esquadra. Tras comparecer ante el juez, ya ha ingresado en prisión preventiva.

El tercer caso de violencia machista de este truculento inicio de año en Cataluña ocurrió en Tarragona el pasado domingo 8 de enero, cuando una mujer murió en su piso apuñalada supuestamente por su exnovio, que este mismo miércoles ha pasado a disposición judicial.

La crónica negra se ha cebado hasta ahora especialmente en la demarcación de Tarragona, donde en Valls un hombre mató supuestamente al bebé, de cinco meses, de su compañera sentimental. El supuesto homicida, Emilio C.C., de 34 años, que ya ha ingresado en prisión, fue detenido el sábado 7 de enero después de que la autopsia al cadáver halló indicios de intencionalidad en la muerte del bebé, que había fallecido el día de Reyes.

El crimen que ha originado más tensión fue el del martes 3 de enero en el humilde barrio del Besòs de Barcelona, donde un joven senegalés falleció al recibir un disparo efectuado por un joven de etnia gitana, tras una discusión sobre un partido de fútbol callejero.

Este incidente llevó hasta el máximo la tensión entre el colectivo de senegaleses en el Besòs, aunque finalmente los mediadores sociales y las propias entidades de inmigrantes lograron reconducir la situación y evitar que se desatara un espiral de violencia.

Los Mossos detuvieron por este crimen al supuesto autor del disparo, a dos hermanos suyos y al padre -que fue quien supuestamente inició la pelea-. De ellos, el supuesto autor material y el padre ya están en prisión, mientras que los dos hermanos han quedado en libertad con cargos.

El balance de este inicio de año podría haber sido aún peor por otro episodio de violencia machista, que quedó en lesiones, cuando un hombre se dirigió la noche del 3 de enero a un hospital de Barcelona donde estaba ingresada su hija y apuñaló a su exmujer, sobre quien tenía una orden de alejamiento, y a su actual compañero sentimental.

Además, en lo que llevamos de año ha habido otras dos muertes no vinculadas a la criminalidad pero que han conmocionado a la opinión pública: la de un joven que murió el 8 de enero tras alcanzarle una bala disparada por un cazador en Maià de Moncal (Girona); y la de un joven que murió el 5 de enero, al parecer de un infarto, en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona, en un caso que investigará el Síndic de Greuges.