Los vecinos afectados por el desbordamiento de la laguna de A Frouxeira, en Valdoviño (A Coruña), han finalizado el encierro que mantenían desde hace 16 días en la Casa Consistorial del municipio aunque han anunciado que continuarán con sus acciones de protesta en demanda de una solución "definitiva" que evite la inundación de sus viviendas.

La decisión de abandonar el encierro, que mantuvieron bajo el eslogan "no somos patos, soluciones ya", responde al "cansancio" acumulado tras dos semanas continuadas en la Casa Consistorial, incluidos los días de Navidad y de Año Nuevo. El pasado sábado reunieron a cerca de 400 vecinos de Valdoviño en una movilización en la que se reclamaba que se respetase el medio natural y se evitase la destrucción del paseo marítimo.

Aunque abandonan el encierro, los afectados han comunicado que "no es un adiós, si no un hasta luego", ya que consideran que el "problema se repetirá tarde o temprano" y que el desbordamiento de la laguna, que es un espacio natural protegido, se volverá a producir.

Los vecinos consideran que la colocación de sacos de arena para crear un dique de contención y la utilización de bombas para achicar el agua que se ha acumulado en la entrada de las viviendas no es una solución definitiva. La medida había sido adoptada por la Consellería de Medio Rural, con competencias sobre la laguna, en una reunión con técnicos de Augas de Galicia y Demarcación de Costas celebrada en diciembre, tras el inicio de las protestas.

Fernando Vilar, portavoz de los afectados, explicó este lunes que los vecinos temen que en caso de que se vuelvan a registrar lluvias, el dique de contención no soporte la laguna y sus viviendas se inunden. El problema, según ha asegurado, es que las aguas pluviales del municipio, que desembocaban en la laguna, ahora tienen la salida taponada con el dique, por lo que podrían "levantar las alcantarillas" de otras zonas o viviendas.

"Seguimos mirando con miedo al cielo, porque nadie sabe cómo va a responder el dique ante un par de días de lluvia, como hay en cualquier invierno en Galicia", ha añadido Vilar.

Inundados de noche

Las bombas de achique siguen operativas durante estos días. Según ha explicado Vilar, permiten que los accesos a las viviendas "estén secos de día, pero inundados de noche", y cree que tendrán que seguir funcionando mientras no baje el nivel de la laguna.

Los afectados confían en que las mareas vivas que se inician mañana abran un canal de desagüe natural en la laguna y les "permitan reanudar" la "vida normal que lleva más de 3 semanas truncadas". Desde la primera inundación, reclamaron a las administraciones que creasen un canal de salida para el agua que "aliviase" la laguna, sin provocar su destrucción, como se había realizado históricamente.

La medida, sin embargo, fue rechazada por la administración. En la actualidad, distintas asociaciones ecologistas, como Adega o la Sociedade Galega de Historia Natural, han denunciado ante la Unión Europea el vaciado que se produjo hace tres años y que había provocado que la laguna quedase prácticamente seca.

Para Fernando Vilar, es momento de que "los ingenieros y arquitectos de las distintas consellerías dejen de pelearse entre sí y miren por el bien de todos, patos y personas incluidas, y que en los vecinos del lago tienen a sus principales ayudantes para cuidar este lugar tan privilegiado".