Primero fue Móstoles, luego Fuenlabrada, y ahora le ha tocado el turno a Alcalá de Henares, dentro de las visitas que los Príncipes están haciendo a las localidades más importantes de la región, y que también les llevarán a Leganés.

Miles de alcalaínos han salido a las calles para recibir a los monarcas, durante un recorrido que les ha llevado al Ayuntamiento complutense.

El público vitoreó a los Príncipes y no pararon de piropearles al grito de "guapos" y de fotografiarse con ellos, con numerosas cámaras, al tiempo que les pedían autógrafos firmados en las banderas españolas que ondeaban en la plaza de Cervantes, donde está el Ayuntamiento.

Uno de los momentos más emotivos, a su llegada a la plaza, fue cuando una niña de cuatro años, llamada Adriana, le hizo entrega a Doña Letizia de un ramo de flores.

Posteriormente entraron en la Casa Consistorial y saludaron desde el balcón, antes de comenzar una reunión de trabajo con los portavoces municipales.

Antes de abandonar el Ayuntamiento, en dirección a la Universidad de Alcalá, los Príncipes compartieron un café con las autoridades, entre las que se encontraban la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre y la delegada del Gobierno, Soledad Mestre.

Esta vez no hubo carta, pero sí regalo

La pasada semana, durante su visita a Fuenlabrada, los Príncipes recibieron una carta de los concejales de IU en la localidad, en la que se pedía una investigación sobre la detención de dos republicanos durante su visita a Móstoles.

Sin embargo, los representantes de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares sí que entregaron a don Felipe y a doña Letizia un curioso regalo: una edición facsímil del discurso del presidente de la II República, Manuel Azaña, titulado El problema español, pronunciado en 1911.