Hace apenas una semana saltaba los medios la noticia de que la cantante Katy Perry se divorciaba, tras poco más de un año casada con Russell Brand.

Pese a que las primeras informaciones hablaban de que Perry parecía haber encajado con entereza su ruptura (se le pudo ver de fiesta en el exclusivo club Soho House de Hollywood en Nochevieja), lo cierto es que “Katy está devastada, no es ella misma y todavía no se puede creer que se haya acabado", según contaba un amigo de la artista a HollywoodLife esta pasada semana.

“Ella, pese a que sabía que las cosas no iban bien, ni en un millón de años habría pensado en divorciarse, realmente tenía pensado pasar su vida junto a Russell", contaba la fuente, recordando las fuertes convicciones religiosas de Perry y, especialmente, de sus padres. Para los padres de la cantante, la separación ha sido una bendición, según recogían estos días varios medios estadounidenses.

Pero las penas no son solo sentimentales. La cadena ABC publicó que, por el divorcio, la cantante podría acabar pagando al humorista una cantidad que podría ascender a los 20 millones de dólares.

También ha salido publicado estos días que Perry podría estarse apoyando en Rihanna para intentar superar los primeros días de 'duelo matrimonial'.

Ambas son grandes amigas (algo que en su día no parecía sentar muy bien a Brand) y, al parece y según publicó The Sun, la de Barbados podría haberle ofrecido a Perry pasar unos días junto a ella para desconectar.