El papel de la infanta Cristina tras la imputación a Iñaki Urdangarin

La infanta Cristina, en una imagen de archivo.
La infanta Cristina, en una imagen de archivo.
EFE
La infanta Cristina, en una imagen de archivo.

La imputación del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, por las presuntas irregularidades cometidas al frente del Instituto Nóos, deja a su esposa, la infanta Cristina, en una posición delicada. A día de hoy, ambos forman parte de la familia real.

Hace unos días, tras lamentar el "juicio paralelo" al duque, el jefe de la casa del rey, Rafael Spottorno, mencionó el comportamiento poco ejemplar del duque y anunció que se le apartaba de la actividad oficial; sobre ella, la infanta, se limitó a un ya se verá, aunque sí consideró razonable que aquellos miembros de la familia real con una actividad profesional propia pudieran disminuir poco a poco esta representación.

Se refería a las infantas, que no reciben una asignación específica dentro del presupuesto de la casa del rey, sino una cantidad en concepto de gastos de representación, al tiempo que tienen un trabajo: la infanta Cristina es directora del área social de la Fundación La Caixa, en Barcelona; la infanta Elena es directora de proyectos culturales y sociales de la Fundación Mapfre. Urdangarin, por su parte, trabaja en Telefónica en Washington.

La última actividad en la que participaron los duques de Palma fue la celebración del Día de la Fiesta Nacional, el pasado 12 de octubre; el último viaje oficial de la infanta Cristina que consta en la web de la casa real data de 2004. Ni ellos dos ni la infanta Elena acudieron hace dos días al acto de apertura de las Cortes para la inauguración de la X Legislatura. Fue una decisión inédita, aunque constataría una actitud y una incipiente línea de actuación.

Un registro civil propio

La casa del rey ya se ha encargado, no obstante, de dejar muy claro ante las especulaciones que comenzaron a surgir tras las investigaciones a Urdangarin que no es tan fácil dejar de pertenecer a la familia real, que queda definida por un Real Decreto de 1981. Matizaba así la institución la idea de que estaba estudiando limitar los miembros de la familia real a los reyes, los príncipes de Asturias y las Infantas Leonor y Sofía.

La familia real tiene un registro civil propio, en el que quedan inscritos y figuran los cambios civiles que afectan "al Rey de España, su augusta consorte, sus ascendentes de primer grado, sus descendientes y al Príncipe heredero de la Corona". Cuando Jaime de Marichalar y Elena de Borbón se divorciaron, allí quedó escrito y, por tanto, el que fue duque de Lugo dejó de pertenecer a la familia real.

La supuesta reducción de los miembros de la familia real conllevaría "unos plazos larguísimos", explicó en su día la casa del rey, añadiendo que en el hipotético caso de que se produjera no tendría que ver con "con el momento actual". Pero su postura es firme: la composición de la familia real, en principio, no va a modificarse. Pero, ¿y qué pasa si hay una renuncia de la infanta Cristina al derecho de sucesión?

Puede hacerlo, aunque esto también requeriría un cambio legislativo ya que, según la Constitución, "las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica" (las leyes orgánicas requieren mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados para aprobarse).

La infanta se lo podría plantear si cree que la investigación a su marido puede afectar a la imagen de la Corona, pero no está obligada a hacerlo. Si renunciara a su séptimo puesto en la línea sucesoria adquiriría el mismo estatus que las hermanas del rey, Doña Margarita y Doña Pilar, que son familia del rey pero no familia real. En cualquier caso, no parece, según las fuentes consultadas, que esto vaya a ocurrir.

Duque consorte de la infanta

Otra posibilidad es que la infanta e Iñaki Urdangarin se divorciaran y este dejara de pertenecer a la familia real de forma automática; de esta forma, un posible proceso judicial tampoco afectaría a la casa del rey. Con un divorcio, Urdangarin perdería también su condición de duque consorte, ya que el título le fue concedido por el rey a la infanta, que es duquesa de Palma de Mallorca en virtud del Real Decreto 1502/1997.

El propio Urdangarin explicó el pasado 11 de diciembre con un comunicado que lamentaba "profundamente" el grave perjuicio que las investigaciones del juez estaban causando a la imagen de su familia y de la casa del rey, "que nada tienen que ver con mis actividades privadas". Por el momento, ni la casa del rey y ni Urdangarin se han pronunciado sobre la imputación más allá del respeto absoluto a las actuaciones judiciales.

El portavoz de Urdangarin, el abogado Pascual Vives, sí ha indicado que desconoce si el duque de Palma vendrá pronto a España para preparar su defensa y que tampoco sabe por qué no ha pasado las vacaciones de Navidad en el país. También ha desvelado que no está siendo asesorado por ningún representante de la casa del rey y que no está molesto "en absoluto" por ello, ya que cuenta con su propio equipo profesional.

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