La familia de Miguel Montes Neiro, considerado el preso común más antiguo de España al llevar 35 años enlazando condenas pese a que ninguna responde a delitos de sangre, ha pedido la mediación del nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, para que el recluso, que ha obtenido un indulto parcial concedido por el Gobierno socialista, pueda iniciar el año nuevo en casa con sus hijas, aunque sea sometido a medidas de control telemático.

Pese a ese indulto parcial concedido por el Gobierno socialista el pasado día 16 y a la sentencia del Tribunal Supremo que ordenó hace semanas una nueva liquidación de las condenas pendientes que podría abrir las puertas al tercer grado penitenciario, los intentos de la familia por acelerar la excarcelación del preso, incluyendo un 'habeas corpus' resuelto negativamente el mismo día de Nochebuena, no han prosperado y Montes Neiro, de 61 años y al que se diagnosticó tuberculosis y hepatitis, acabó pasando la Navidad en la cárcel de Albolote (Granada).

La última petición fue un permiso extraordinario ante la dirección de la prisión, que se verá el jueves en la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Albolote, cuyo director, Jaime Hernández, ya ha dejado entrever que no tiene visos de prosperar porque el reglamento "es muy claro" y estas solicitudes sólo se conceden por fallecimiento de un familiar del reo, por una cuestión de salud urgente del mismo y, en general, "por importantes y comprobados motivos".

En ese contexto, Encarnación y Carmen Montes Neiro, hermanas del preso, han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir la intermediación del nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

"Le ruego que haga todo lo que esté en sus manos para acelerar el trámite de su puesta en libertad para que Miguel pueda empezar el año con los suyos", dice la carta al ministro, recogida por Europa Press.