El nuevo Gobierno de Mariano Rajoy tiene cinco días para decidir cómo empieza a recortar los 16.500 millones de euros que pretende restarle al déficit en 2012; antes, no obstante, debe cumplirse el objetivo de déficit de este año, marcado en el 6%.

Las medidas que adopte el viernes el Ejecutivo serán "prioritarias e imprescindibles para salir de la crisis", según la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y marcarán "el estilo legislativo" de los populares. Está previsto que los detalles se vayan perfilando a lo largo de la semana una vez que los ministros analicen la situación de sus respectivos departamentos.

Como ejemplo de la próxima tarea legislativa, la vicepresidenta ha recordado este lunes igualmente que en el plazo de tres meses se aprobará la ley de transparencia, buen gobierno y acceso a la información por parte de los ciudadanos. También se ha referido a la próxima ley orgánica de estabilidad presupuestaria y a la ley de apoyo a los emprendedores.

La revisión del techo de gasto, en principio, se calcula para febrero, aunque todo dependerá de cuándo concluirá la Unión Europea sus previsiones económicas para el nuevo año.

El próximo Consejo de Ministros aprobará un decreto ley de medidas urgentes en materia económica, que incluirá la prometida actualización de las pensiones -a partir del 1 de enero-, un acuerdo de no disponibilidad presupuestaria -que permitirá gestionar el gasto en función de las necesidades de los Ministerios- y la prórroga de los presupuestos generales del Estado.

Esto último supondría, en principio, que los sueldos de los funcionarios se mantendrán congelados hasta que se presenten las nuevas cuentas, el próximo 31 de marzo. Es algo que casi se da por hecho, como la decisión de no cubrir vacantes en el sector público -tasa de reposición cero-.

La mayor parte de estos ajustes iniciales, por tanto, están en manos del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que debe realizar un primer análisis para decidir qué partidas se congelan y cuáles deben ajustarse. Aunque, tal y como advirtió el propio Rajoy durante su discurso de investidura, todas ellas, excepto la partida de las pensiones, "son susceptibles de una reducción a la baja".

A la espera de conocer todos los detalles de la herencia de los socialistas, el objetivo del Gobierno es garantizar que el déficit quedará a final de 2012 en el 4,4% del PIB, el compromiso adquirido en la UE.

Por otra parte, quedan además todavía por nombrar dos tercios de los secretarios de Estado del Ejecutivo y diseñar la estructura de los ministerios, que, como ya adelantó Sáenz de Santamaría, reflejarán la austeridad que quiere imprimir el Gobierno en todas sus políticas, lo que afectará tanto al número de altos cargos como al personal eventual.

Antes de eso, el martes a las 12 horas tendrá lugar en el Congreso de los Diputados la sesión de apertura de la X Legislatura de las Cortes, que estará presidida por los reyes y los príncipes de Asturias. El rey pasará primero revista a las tropas y después pronunciará un discurso en la Cámara; también hablará el presidente del Congreso, Jesús Posada.

El Gobierno enviará este lunes al Congreso las peticiones de comparecencia de los ministros en la Cámara para informar de las prioridades de sus respectivos departamentos. El pasado viernes, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, informó de que los trece miembros del Gabinete de Mariano Rajoy comparecerán cuando se hayan constituido las comisiones parlamentarias.

Está previsto que esa constitución se formalice en enero, una vez que se adecúen las comisiones a la nueva estructura del Gobierno. Con independencia de ello, según han informado fuentes del Ejecutivo, el Gobierno ha querido que las peticiones de comparecencia se remitan ya. Por ello, serán enviadas por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, para quien será su primera tarea en este cargo.