El director de esta investigación, el Catedrático de Sociología Xavier Altarriba, destacó además el hecho de que la mayoría de los adolescentes españoles beben para relacionarse más y mejor, casi siempre durante los fines de semana, como una forma de ocio y para evadirse de su realidad.

Padres e hijos no dialogan

La ausencia de conversación sobre el alcohol entre padres e hijos lo interpretó Altarriba en el miedo de los primeros a tocar temas que puedan producir conflictos familiares durante el escaso tiempo que comparten con sus descendientes.

También señalo que cuando se les pide que puntúen del 1 al 7 a los protagonistas de su entorno, los amigos ocupan las primeras posiciones y la familia se sitúa en segundo lugar, con una clara preferencia por la madre.

Calificativos

La sinceridad, ser buen amigo, divertido, honrado y buen hijo son los atributos con los que más se identifican.

Los menos puntuados son materialista, introvertido, idealista e independiente.

Otro dato que destacó el autor del informe es que en las ciudades de tamaño medio -de 10.000 a 50.000 habitantes- es donde se registra un mayor abuso de alcohol.

Y esto es así, dijo, porque en las grandes urbes hay más oferta de ocio y en las pequeñas todo el mundo se conoce.

Altarriba recordó que la investigación se ha llevado a acabo en todas las CCAA, con especial incidencia en Andalucía, Asturias, Cataluña y Madrid.

Alcohol en casa

Otros resultados son que casi nueve de cada diez encuestados aseguran que en su casa se consumen bebidas alcohólicas, de forma ocasional o habitual.

Por ello, desde muy pequeños los adolescentes perciben el consumo de bebidas alcohólicas como algo absolutamente normal y lo relacionan fundamentalmente con los momentos de diversión familiar, reuniones y encuentros de tipo lúdico y social.

El estudio de esta Fundación, creada por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), revela además que seis de cada diez se confiesa consumidor de bebidas alcohólicas, aunque el 90% de ellos consumen sólo los fines de semana.

Cerca de un 14% se ha emborrachado de 30 a 50 veces, o más al año; alrededor de un 31% entre 5 y 30 veces; y el resto de 1 a 5 veces, aunque hay un 0,7% que asegura que nunca se ha embriagado.

Pero paradójicamente y según esta investigación, una parte importante de los jóvenes tiene una actitud crítica respecto a la tolerancia hacia el alcohol en la sociedad y la mitad de los entrevistados está a favor del consumo responsable y de la prohibición para menores de 18 años.

Ante estos datos, el director general de la citada Fundación, Jaime Gil-Robles, defendió la necesidad de ofrecer una información veraz y científica como una de las medidas preventivas para reducir el consumo del alcohol entre lo jóvenes.

Gil-Robles recordó que la Fundación Alcohol y Sociedad desarrolla desde hace varios años diversos programas gratuitos, del que se han beneficiado 70.000 estudiantes. con el objetivo de retrasar la edad de inicio al consumo, reducir la cantidad de menores que beben y la cantidad que ingieren.

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