¿Conviene amortizar capital de la hipoteca si tenemos ahorros?

A finales de año cuando conseguimos ahorrar algo de dinero o nos toca algún premio en la lotería, muchos nos preguntamos, sobre todo por temas fiscales: ¿qué es mejor destinar el dinero a amortizar capital de la hipoteca pendiente o invertirlo en una imposición a plazo fijo?

La respuesta no es sencilla, ya que varía en función de diversas variables:

Interés al que podemos conseguir el depósito.
La comisión, si la hay, por abrir un depósito.
Interés que estemos pagando por la hipoteca.
La comisiones, si las hay, por amortizar el capital pendiente de la hipoteca.
Implicaciones fiscales de tomar una decisión u otra.

Para ver mejor que nos favorece vamos a realizar un ejemplo práctico con dos casos:

Hipoteca reciente, hace dos años que constituimos la hipoteca.
Hipoteca antigua, hace once años que pagamos el préstamo hipotecario.

Los datos de la hipoteca son los mismos para ambos casos:

Importe solicitado: 150.000 euros.
Interés: euribor hipotecario+0,50%.
Plazo: 30 años.
Compensación por desistimiento: 0,50% los 5 primeros años y el 0,25% a partir del sexto año.

Para conocer que rentabilidad podríamos obtener, consultamos en un comparador de productos financieros, los depósitos que se comercializan actualmente para saber cual nos ofrece el interés más elevado.

Ahora analicemos que pasa en cada caso si disponemos de 10.000 euros.

Caso 1: hipoteca reciente

Supongamos que después de 2 años de hipoteca nos quedan 142.399,59 euros pendientes de amortizar. De forma que la nueva cuota hipotecaria sería de 607,7 € calculada a un interés de 2,544% (2,044+0,5). Veamos que pasaría decidimos amortizar 10.000 euros del capital pendiente:

Si al amortizar el capital decidimos mantener el mismo plazo y reducir el importe de la cuota hipotecaria, pasaríamos de pagar una cuota de 607,7 euros a 562,62 euros (que se calcula sobre 132.399,59 euros pendientes). Ahorrándonos 45,08 euros mensuales, que equivale a un ahorro de 540,96 euros durante ese año.
Pagaríamos una comisión por amortización de 50 euros, ya que nos aplicarían el 0,5% sobre los 10.000 euros.
Fiscalmente la deducción nos generaría un ahorro fiscal efectivo del 15% (este porcentaje puede variar en función de la Comunidad Autónoma) sobre el importe amortizado, siempre que no exceda del tope máximo de 9.015 euros. Al amortizar capital podemos deducirnos el 15% sobre el máximo de los 9.015, de forma que nos deduciríamos hasta 1.352,25 euros. En el caso de que la familia esté formada por dos adultos que realicen la declaración separada como ambos disfrutarían de un tope de 9.015 euros podrían deducirse hasta 2.512,72 euros (16.751,44x0,15).

Si decidiéramos invertir los 10.000 euros en el depósito a plazo fijo pasaría lo siguiente:

Obtendríamos 406 euros al finalizar el depósito.
No pagaríamos ninguna comisión.
Fiscalmente, por la parte del depósito deberíamos pagar 77,14 euros, obteniendo 328,86 euros netos. Por la parte de la hipoteca, podríamos deducirnos el 15% de 7.115,40 (suma de cuotas pagadas), que nos supone una deuducción de 1.067,31€.

Con este ejemplo observamos que durante ese año nos ahorramos más dinero amortizando capital de la hipoteca (448,60 €=498,60-50) que lo que ganaríamos depositándolo en el plazo fijo (324,36€), una diferencia de 124,24 euros. Por otro lado, la diferencia de lo que nos podemos deducir es de 284,94 euros a favor de la amortización, en el caso de declaración sea conjunta. Y de 1.445,41 euros si la declaración es separada.

Para las parejas cuya declaración sea conjunta la decisión que se toma no está tan clara, ya que el ahorro es relativamente pequeño. Será una decisión que variará de la situación personal y de la preferencia por disponer de liquidez. Pero si la declaración es separada, la decisión es más clara, ya que sin duda favorece más realizar la amortización ya que el ahorro es mucho mayor.

Caso 2: hipoteca antigua

Después de once años de hipoteca nos quedan 112.930,49 euros pendientes de amortizar. De forma que nuestra nueva cuota de la hipoteca será de 625,14 euros siendo el interés aplicado del 2,544%.

Si decidimos amortizar los 10.000 euros:

Si mantenemos el mismo plazo reducimos la cuota y pasamos de tener una cuota de 625,14 euros a 569,78 euros (se calcula sobre 102.930,49 euros pendientes). Amortizando los 10.000 euros nos ahorraríamos 55,36 euros al mes, que supone un ahorro de 664,32 euros al final del año.
Pagaríamos una comisión por amortización de 25 euros, ya que pagamos un 0,25% sobre los 10.000 euros amortizados.
Fiscalmente nos aplican el 15% sobre el tope máximo deducible (9.015€) por lo que nos deduciríamos 1.352,25 euros. En el caso de hacer la declaración separada nos podríamos deducir hasta 2.525,61 euros (16.837,36€x0,15).

Si invirtiéramos los 10.000 euros en el depósito:

Obtendríamos 406 euros al finalizar el depósito.
No pagaríamos ninguna comisión.
Fiscalmente: por la parte del depósito pagaríamos 77,14 euros, obteniendo 328,86 euros netos. Por la parte de la hipoteca, podríamos deducirnos el 15% sobre 7.501,56 (suma de las cuotas) que equivale a 1.125,23 euros a deducirnos.

En este caso, nos es más beneficioso amortizar el capital, ya que de esta forma nos ahorramos euros 639,32 (664,32-25) euros de intereses que es más del doble de lo que ganaríamos por tener el dinero depositado, este caso por la parte de intereses es más clara la opción a escoger.

Fiscalmente hablando, en el caso de la declaración conjunta, si amortizamos capital nos podremos deducir 227,02 euros más que si no amortizáramos capital. Si se hace declaración separada al amortizar capital nos deduciríamos 1.400,38 euros de más. En el caso de la declaración separada el ahorro es mayor.

Conclusiones

Financieramente lo más beneficioso cuando se amortiza capital es reducir plazo, ya que el total de intereses pagados al final de la hipoteca se reducirían. Pero hay familias que pueden dar prioridad a reducir sus gastos mensuales y, por lo tanto, disminuir su cuota mensual para hacer frente a la crisis.

En el primer caso la diferencia entre amortizar capital o invertir el dinero es muy reducida, por ello, en ese caso jugaría más la personalidad del usuario o el escenario económico en el que se está viviendo para tomar una decisión. Mientras que en el segundo caso, la decisión es más clara ya que el ahorro de dinero es más elevado y puede compensar ahorrarnos ese dinero que disponer de los 10.000 euros.

Si el depósito tuviese una rentabilidad mayor los resultados podrían variar llegando a contradecir nuestras conclusiones, pero actualmente es cada vez más difícil obtener una rentabilidad a doce meses muy elevada si no se aportan grandes cantidades de dinero.

Fiscalmente, en el caso que se realice la declaración conjunta, si nuestra cuota mensual es superior a 751,25 euros el ahorro fiscal no afectaría a la hora de tomar una decisión, puesto que sería el mismo con o sin amortización.

En cambio si la cuota está por debajo de este valor, cuanto más pequeña sea la cuota hipotecaria mayor ahorro fiscal obtenemos al amortizar el capital, puesto que llegaremos al tope fijado por Hacienda de deducción, permitiéndonos deducirnos el máximo por gasto hipotecario. En el caso de realizar la declaración separada, el caso es más simple, ya que siempre es más beneficioso hacer la amortización ya que la parte deducible se ve duplicada.