Reconocer a las personas que murieron durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, a quienes "lucharon" por la democracia y la libertad y rendirles homenaje e intentar poner nombres y apellidos a los cadáveres que están aún sin identificar es el objetivo del libro 'Memoria Viva de Andalucía', elaborado por catedráticos, investigadores, historiadores, periodistas y fotógrafos andaluces que ha sido presentado este miércoles en Málaga.

Este libro, que aborda la memoria histórica en cada una de las provincias andaluzas, pretende dar a conocer una parte de la historia "que durante muchos años ha estado olvidada" y, además, conocer "un poco más la historia de España", según ha indicado el consejero andaluz de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, quien ha señalado que entre los propósitos está que las generaciones presentes y futuras "no olviden lo que pasó en esa época tenebrosa".

En Andalucía se han exhumado 2.840 cuerpos, la mayoría de ellos están en la fosa del cementerio de San Rafael, en Málaga, pero aún no han sido identificados con los análisis de ADN, según ha indicado el comisario de la Memoria Histórica del Gobierno andaluz, Juan Gallo: "se sabe quiénes están, pero no qué cuerpo corresponde a cada nombre".

En sus 244 páginas recoge testimonios de familiares de víctimas, datos e información detallada sobre el golpe de Estado de 1936 en Andalucía, se hace una comparativa de los fusilamientos de las represiones franquista y republicana y también se analiza el papel que desempeñó la Falange. Igualmente, recorre la justicia, la educación, la figura de la mujer o el exilio.

El editor de 'Memoria Viva de Andalucía', el periodista Juan de Dios Mellado, ha manifestado durante la presentación que el libro está escrito "desde la concordia, el rigor y sin odio" y ha admitido que de todas las publicaciones que ha realizado ésta ha sido la más difícil.

"Las historias humanas que se transmiten me han abierto en canal; me gustaría que a estas botas —en referencia a las que aparecen embarradas en la portada del libro— se les pueda poner nombre y apellidos y que más pronto que tarde las calaveras que he tenido en mis manos, con un agujero por una bala asesina, también tengan nombre y apellidos, y si no es posible, que al menos tengan un enterramiento digno", ha manifestado Mellado.

A su juicio, España "no merece que una parte de su historia esté escrita con sangre en las cunetas, en las paredes de los cementerios o en playas solitarias". "Éste es, y ha sido, el sentir de este libro", ha incidido, añadiendo que en él han trabajado 32 escritores, 12 fotógrafos y del que se han editado 1.500 ejemplares.

"evitar el olvido"

Los asistentes, entre los que han estado representantes de la Asociación de Memoria Histórica, han reivindicado que el libro contribuye a "evitar el olvido". Así, se escribe sobre el golpe en Andalucía; Sevilla como foco de la rebelión militar; los vacíos en las vidas rotas; el miedo y la represión; profesionales perseguidos; el botín de guerra, o el exilio, entre otras materias.

Durante la presentación, Manuel Muñoz, hijo de un fusilado por los franquistas, ha pedido que la sentencia que condenó a su padre "como un canalla" se revoque y forme parte únicamente de fondos documentales.

"No quiero que sus nietos o biznietos, si alguna vez ven la sentencia, lean que su abuelo fue un canalla cuando lo sacaron de la cama, teniendo yo cinco años, y lo condenaron a muerte por alzarse en armas en contra del Gobierno de Burgos cuando mi padre lo único que hizo siempre fue trabajar en el campo, buscando alimentos para sus hijos", ha expuesto emocionado; además de recordar a su hermano, que fue reclutado 100 días después de la muerte de su progenitor para luchar "con los que mataron a nuestro padre" y que, por negarse a ello, estuvo en diversos campos de concentración.

Ésta es sólo una de las historias que se quieren dar a conocer y que no se olviden. Las familias de las víctimas esperan la construcción de un mausoleo, para el que se ha aportado 100.000 euros por parte del Gobierno central y 40.000 de la Junta, y que se está negociando con el Ayuntamiento de Málaga.

En este sentido, el comisario de Memoria Histórica del Ejecutivo autonómico ha dicho que, al contrario que los consistorios de Granada, Almería o Cádiz, el de Málaga "sí está teniendo un comportamiento ejemplar y esperamos que complete la ayuda".

Por su parte, Menacho ha recordado que la Junta "ha sido pionera" en su "compromiso de recuperar la memoria histórica" desde hace 10 años. Ha recordado que en 2001 se aprobó el decreto de indemnizaciones para expresos y represaliados del franquismo, que ha permitido a 180 ayuntamientos andaluces —26 en Málaga— tener monumentos a la memoria, además de otras actividades y seminarios.

El pasado año se publicó el Mapa de Fosas de Andalucía, que tiene señalizadas, a día de hoy, 614. Además, se está trabajando para que antes de finales de 2011 el Consejo de Gobierno apruebe los dos primeros lugares de la memoria histórica, que están relacionados con el padre de la patria andaluza, Blas Infante: Villa Alegría, en Coria del Río (Sevilla), y el cortijo Gota de Leche, donde murió fusilado. En Málaga los dos lugares serán la carretera Málaga-Almería y la fosa de San Rafael.

Con este libro "podremos saldar la deuda con el pasado para construir una España más libre y justa". "No se trata de abrir heridas, sino de cerrar cicatrices para que los que perdieron a un ser querido lo intenten recuperar y los jóvenes, las generaciones presentes y futuras no olviden aquello que pasó para que no vuelva a pasar más en esta tierra", ha concluido el consejero de Gobernación y Justicia.