Aborda en sus montajes los "grandes" conflictos y pasiones humanas con un elemento de denuncia como hilo conductor

MÁLAGA, 4

Europa press

El "teatro de la decepción" es una forma de representar con la que la compañía malagueña Trasto Teatro decidió hacer batalla a la situación actual de la escena y poner en cuestión "muchos" de los parámetros sobre los que se asienta la industria cultural. De ello hará 10 años en los próximos meses, y actualmente estos actores aún continúan haciendo teatro en el salón de su propia casa.

Desde aquel entonces, los circuitos siguen estando "igual de inaccesibles para las compañías jóvenes o que presentan una propuesta menos comercial", ha lamentado el director de Trasto Teatro, Raúl Cortés, en declaraciones a Europa Press. Además de inaccesibles, estos circuitos son también "invencibles" a este tipo de propuestas, añade.

En este sentido, ha puesto como ejemplo que donde más opciones está teniendo esta compañía es fuera de España, en Latinoamérica. En concreto, con su última obra 'No amanece en Génova' ya han visitado México y ahora se embarcan en una nueva gira por Chile y Brasil, no sin antes participar en el Festival de Teatro de Málaga.

Con este formato teatral, la compañía de Raúl Cortés nada a contracorriente de los vicios actuales del teatro: "uno llega corriendo a la función y ni siquiera ve a la persona que tiene sentada en la butaca de al lado, de forma que para romper con esa deshaumanización citamos a la gente 20 minutos antes y les ofrecemos algo de picar", explica.

Además, durante ese tiempo se le pide a los futuros espectadores que elijan entre uno de los dos finales que se les ofrece para la obra, el cual los actores desconocen hasta el desarrollo de la representación. "Así conseguimos que el público, primero, se conozca y, después, tenga una participación activa en la obra desde el comienzo", ha apuntado.

Después de la función, hay un foro de debate en el que el público puede interpelar a los actores sobre cualquier aspecto de la obra. "No queremos que el arte sea unilateral, en el que la compañía da su mensaje, el espectador llega y se va. Ese debate es lo que realmente nos va a hacer crecer, tanto a los actores y a la compañía como al espectador", ha asegurado.

Trasto Teatro aborda en sus montajes "los grandes conflictos, las grandes pasiones humanas", siempre con un elemento de denuncia como hilo conductor, y eso, como ha declarado Cortés, "para un festival no cuadra". "Los programadores y los festivales están estandarizando sus propuestas hasta completar una cartelera muy comercial. Si no es comercial es de grandes nombres. De compañías ya muy consolidadas", ha apuntado.

De esta forma, ha destacado, "se estrecha tanto el margen para propuestas que no son comerciales e, incluso, para compañías jóvenes, que casi morimos de asfixia", dando esto lugar a "un colapso" de las carteleras por "falta de riesgo". Según el director de Trasto Teatro, "los programadores y los festivales no asumen riesgo, y el arte sin el riesgo se muere". '

No amanece en génova'

Con 'No amanece en Génova', Trasto Teatro prevé sobrepasar las 100 funciones al final de esta segunda temporada, lo que, a juicio de su director, supone "un milagro en estos tiempos". La mayoría "aplastante" de ellas ha tenido lugar en el piso de la calle Frank Capra, en Teatinos, por el que han pasado en torno a 1.200 personas y en el que la lista de espera sigue siendo "muy grande".

El argumento de la obra versa sobre un rey que aniquila arbitrariamente a 11 personas cada día y está pidiendo razones para dejar de hacerlo, pero ha de ser una razón única, incontestable. De esta forma, todo se convierte en una cuenta atrás angustiosa en la que se refleja cómo el individuo está totalmente desprotegido frente a la estructura.

Nueva obra

Con motivo de su décimo aniversario, Trasto Teatro ya se encuentra preparando una nueva obra que apunta a ser una metáfora de la trayectoria de esta compañía. Bajo el nombre de 'Los satisfechos', lo conforman tres hambrientos que llevan sin comer mucho tiempo, a lo que uno de los ellos dice: "hace 10 años que la tierra dio sus últimos frutos", y el otro responde: "pues a mí se me ha hecho 10 siglos".

"Esto es tan autobiográfico como que llevamos 10 años y estamos haciendo teatro en nuestra propia casa", ironiza Cortés, quien, no obstante, ha considerado este periodo como "una trayectoria bastante seria para una compañía".

'Los satisfechos' hace también alusión al reparto del hambre y la opulencia, entre "unos muchos que tienen hambre y unos muy pocos que atesoran todo su opulencia". Como explica, "usamos siempre un elemento de denuncia sociopolítica, que es la línea que nosotros llevamos"; y, en este sentido, "el título ya en sí es una ironía trágica", comenta Cortés