Según varios testimonios de testigos presenciales, los hechos tuvieron lugar en cuatro pueblos adyacentes de Chad entre el 12 y el 13 de abril, cuando los rebeldes de Chad se movían hacía el oeste para atacar la capital, N'Djamena.

Gran parte de la violencia se concentró en el pueblo de Djawara, al este del país, aproximadamente 70 kilómetros al oeste de la región Darfur (Sudán), donde 75 personas habrían sido asesinadas por las milicias de Janjaweed, quienes también atacaron otros tres pueblos vecinos -Gimeze, Singatao, y Korkosanyo-,dejando otras 43 víctimas mortales.

Los supervivientes contaron que los aldeanos fueron rodeados y luego asesinados a tiros o machetazos de milicianos que llevaban trajes militares sudaneses y turbantes.

"Vinieron a caballo y a pie. Nos dispararon y nos defendimos como pudimos. Sólo teníamos cuatro kalashnikovs y ellos eran demasiados", dijo Ibrahim, de 45 años y habitante de Djawara.

Chad con frecuencia ha acusado al gobierno de Sudán de apoyar incursiones a través de su frontera del Este, tanto de los rebeldes de Chad opuestos al presidente Idriss Deby como de las milicias árabes que matan a civiles y roban el ganado.