La crisis provoca una caída de la actividad emprendedora, aunque aumentan las personas que se plantean poner un negocio

Las nuevas empresas continúan siendo poco innovadoras y no se enfocan mayoritariamente a la internacionalización
El Director Del Igape, Javier Aguilera, Interviene En La Sesión Inaugural Del Fo
El Director Del Igape, Javier Aguilera, Interviene En La Sesión Inaugural Del Fo
CEG
El Director Del Igape, Javier Aguilera, Interviene En La Sesión Inaugural Del Fo

La crisis ha provocado una caída de la actividad emprendedora en 2010, que ha pasado del 4,69% el año anterior al 3,12% de la población, aunque ha crecido, hasta el 3,95%, el número de personas que se plantea montar un negocio, de acuerdo con el informe GEM presentado este miércoles en la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).

El presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, ha indicado en la presentación del estudio que el año pasado fue "especialmente duro para el tejido productivo", puesto que la economía registró un crecimiento plano y un creciente desempleo. "A modo de contraste con la situación actual en el bienio 2007-2008 el TEA —tasa de iniciativa emprendedora— registró valores próximos al 7,5%, por encima de la media de España".

El estudio ha detectado un aumento en los emprendedores que lo son "por necesidad", ante la falta de alternativas laborales. El 20% de los que comenzaron un negocio lo hicieron por este motivo, un porcentaje mayor que el año pasado, pero lejos de cifras de ejercicios anteriores.

Entre las causas de esta tendencia se encuentran, a juicio de Fontenla, "las graves restricciones financieras". De hecho, el grupo de expertos que ha participado en el informe ha considerado que el principal escollo para crear una empresa es precisamente este. Por detrás aparecen las trabas burocráticas.

Además, el estudio indica que el número de iniciativas emprendedoras consolidadas ha crecido hasta el 9,71% y que los ceses efectivos de negocio son el 0,77%.

El perfil del emprendedor es el de un hombre (lo son el 60% de las personas que comienzan un negocio), de 41 años de edad, en situación laboral activa y con dedicación completa al proyecto. Por lo general tiene estudios universitarios (los tienen la mitad en el caso de las mujeres) o de formación profesional.

En cuanto al entorno social, los resultados apuntan a un hogar de tamaño medio, integrado por tres personas y urbano, ámbito en el que se implantan la mayor parte de los proyectos. En general, la actividad predominante son los servicios al consumo.

Los emprendedores gallegos inician su actividad empresarial de forma individual y sin perspectivas de generar empleo. En el caso de proyectos consolidados, la mitad de ellos descarta que vaya a contratar personal nuevo en el próximo año.

Poco innovadoras

El informe refleja también que las empresas creadas en Galicia tienen "escasa naturaleza innovadora de los productos y servicios comercializados" y subraya que la falta de innovación "es una realidad en el 80% de las iniciativas" y en los casos de autoempleo hay "presencia escasa o nula en sectores tecnológicos".

Tampoco tienen vocación exportadora, de acuerdo con el estudio, que indica que las iniciativas emprendedoras no prevén, en su mayoría, extenderse a nuevos mercados. Pese a ello, "aumenta el número de proyectos emprendedores que asumen el exterior como su mercado objetivo".

Entre las mujeres, objeto de un apartado específico, aumenta el número de las que se interesan por emprender un negocio propio y que, cuando lo hacen, sus iniciativas presentan una tasa de cierre inferior a la de los hombres. En cuanto a la edad media de la mujer emprendedora, se sitúa en 45 años.

El director xeral del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Javier Aguilera, ha destacado el aumento de los emprendedores potenciales y de las iniciativas consolidadas y ha sostenido que la Xunta quiere que estas tendencias "se acentúen" y que "ningún emprendedor deje de crear su empresa por falta de instrumentos de apoyo adecuados".

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