Con talante, la "sonrisa de siempre" y la "cabeza alta", José Luis Rodríguez Zapatero ha pronunciado su última alocución electoral como presidente del Gobierno en una cena-mitin con la que familiares, amigos y compañeros de partido han querido homenajearle en la ciudad "a la que le debe todo".

Ha sido la sexta aparición en una campaña en la que Zapatero ha participado con cuentagotas y ha cerrado con un discurso que, más allá de lo emotivo del acto, se ha centrado en "la hoja de servicios" del PSOE en la defensa de los derechos sociales y las libertades.

Once familiares, entre ellos sus padres y su mujer, Sonsoles Espinosa, escuchaban con atención al presidente del Gobierno, al que también han acompañado dos de sus más estrechos colaboradores como el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián.

Quizás por la "familiaridad" de la cita, Zapatero ha cometido el desliz de hablar de España como la primera potencia económica del mundo, lapsus que no ha tenido mayor eco entre los asistentes, que lo han interrumpido en varias ocasiones con cálidos aplausos, que ayudaban a soportar el frío invernal que se colaba en la plaza de toros de León.

Acabados los discursos, en los que han tomado la palabra el secretario general de los socialistas castellanoleoneses, Óscar López, y los candidatos por León al Congreso y al Senado José Antonio Alonso y Nicanor Sen, respectivamente, los más de 2.000 asistentes han comenzado a degustar la cena.

El menú compuesto de cecina de León, un guiso de patatas con pulpo, un dulce de hojaldre, todo regado con vino Prieto Picudo y que ha sido servido en bandejas individuales con una cazuela de barro y una cuchara de madera conmemorativas.

Uno de los últimos en sentarse a la mesa ha sido el propio Zapatero, que nada más bajarse del estrado ha sido rodeado por simpatizantes que querían saludarle y fotografiarse a su lado.

Entre besos y con el himno de León de fondo, portavoces de distintos colectivos sociales han subido al escenario para agradecer públicamente los logros del Gobierno en materia de dependencia, agricultura, juventud, pensiones, minería y violencia machista.

En la trigésima quinta y probablemente última ocasión en la que visite León como presidente del Gobierno, Zapatero ha trasmitido, en sus palabras de cierre, qué es lo que espera de los suyos. "Compañeras y compañeros, la cabeza alta, el orgullo en el corazón, la humildad en la mirada, no se puede mirar por encima a nadie, la confianza en el futuro, en España, en nosotros, en el PSOE. La confianza en León. Hasta pronto y hasta siempre", ha concluido.