La Guardia Civil ha detenido a cinco personas y ha imputado a otras tres como presuntas integrantes de un grupo dedicado a la sustracción de gasoil de un oleoducto que discurre por la provincia de Málaga. La pérdida del carburante se cifra en unos 156.700 litros.

En cuanto a los detenidos e imputados como supuestos autores de los delitos de defraudación de hidrocarburos y estragos, la mayoría son miembros de una misma unidad familiar y de nacionalidad inglesa, según han informado en un comunicado desde la Benemérita.

Esta operación, denominada 'Rudolf' y llevada a cabo por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga, comenzó a principios del pasado mes de octubre y se ha desarrollado en distintos municipios del Valle del Guadalhorce.

El modus operandi utilizado por el grupo en su actividad delictiva consistía en la extracción ilegal de gasoil directamente del oleoducto, utilizando métodos artesanales de fontanería y todo ello con el objetivo final de su comercialización ilegal.

Para ello, el grupo realizó sus actividades con una perfecta coordinación en las distintas funciones realizadas: búsqueda para arrendamiento de la propiedad adecuada donde montar la operativa, compra e instalación del sistema de extracción y, finalmente, el transvase a recipientes de distintas capacidades y transporte para su venta ilegal.

Los hechos comenzaron el pasado 5 de octubre, cuando personal de la empresa gestora de la infraestructura detectaron una bajada de presión significativa en este oleoducto, por lo que puso en marcha los protocolos de actuación previstos.

Dispositivo ilegal

Los agentes de la Guardia Civil verificaron que se había instalado un dispositivo ilegal de extracción de carburante en un tramo del oleoducto, ubicado en una finca rural del distrito malagueño de Campanillas.

Una vez subsanada de urgencia la fuga por personal técnico, se procedió a articular un dispositivo con el objeto de localizar al posible autor de los hechos, dando como resultado la detención de un ciudadano británico, que fue sorprendido en el interior de la finca mientras controlaba el sistema de extracción.

A partir de ese momento y a raíz de un minucioso trabajo centrado tanto en los medios utilizados para la extracción como en la propiedad donde se producía la defraudación, el pasado 8 de noviembre se procedió a la detención del resto de personas implicadas en la comisión de estos delitos.

La pérdida de carburante se cifra en unos 156.700 litros, quedando afectada por el vertido una amplia zona rural, con las consiguientes repercusiones medioambientales y el elevado coste económico que supondrá su restauración, según ha precisado el instituto armado.

Asimismo, la Guardia Civil ha apuntado que se trata del primer caso de esta índole acaecido en Andalucía y no se descarta que detrás de estos hechos delictivos exista una organización criminal de mayor entidad, que financie y coordine las actuaciones, tanto a nivel nacional como europeo, por lo que es factible la continuación de la investigación.