En 2005 este centro recogió 4.540 objetos perdidos, de los que más o menos la mitad se halló en la vía pública. Un total de 880 se encontraron en los autobuses urbanos, 547 los trajo la Ertzaintza y 76 los taxistas.

En Hallazgos no deja de sonar el teléfono ni para de entrar y salir gente. «No tenemos un minuto de descanso», dice Mari Carmen, policía municipal responsable de la oficina.

Junto a carteras y paraguas, las llaves son el objeto que más sobresale en este cajón de sastre, aunque «la mayoría se devuelven a sus dueños».

Pero no sólo hay objetos fáciles de olvidar. En la puerta de la oficina destaca una silla de madera. «La encontraron en un autobús; no entendemos cómo es posible que alguien se deje algo así». Pero igual de difícil de perder son las numerosas maletas que esperan a sus dueños en el almacén. «La mayoría las traen los taxistas, aunque lo que más encuentran ellos son teléfonos móviles».

También decomisos

Los decomisos de la Policía se almacenan allí también, por lo que no es extraño encontrarse con cientos de objetos procedentes de la venta ambulante como CD, grandes pañuelos o jerseys. Pistolas, bates o puños americanos completan el almacén.

Anécdotas todos los días

Cada uno de los objetos que llegan cada día a Hallazgos tiene una historia detrás. «Hay veces que cuando descubres esa historia te quedas alucinada», dice Mari Carmen. Como el día en que se encontró un bolso roto que contenía unos sobres llenos de dinero. «La gente suele ser muy honrada», comenta, aunque la mayoría de las carteras aparececan sin dinero. De todas formas, recomiendan no desesperar cuando se pierda algo y, sobre todo, llamar a la oficina, al 94 420 49 81.