El presunto etarra Gurutz Agirresarobe, acusado de asesinar al jefe de la Policía Municipal de Andoain (Guipúzcoa) Joseba Pagazaurtundua en febrero de 2003, ha advertido este martes al tribunal que le ha juzgado: "Si me condenan, un inocente va a seguir en prisión y un culpable va a estar fuera de la cárcel".

En su turno de última palabra antes de que el juicio quedara visto para sentencia en la Audiencia Nacional, Agirresarobe ha dicho que "está claro que desde 2003 la familia de Pagazaurtundua está sufriendo", pero que también la suya está "sufriendo una injusticia" desde que fuera detenido en agosto de 2010.

El acusado -para el que la Fiscalía y las acusaciones ejercidas por el abogado Rubén Múgica, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) y el Ayuntamiento de Andoain, actualmente gobernado por Bildu, solicitan 48 años de prisión- ha reiterado que su "mayor trabajo" desde entonces ha sido recordar qué hizo el día del atentado, sin resultado.

"Yo siempre he dicho que a este juicio voy a venir a decir la verdad y que salga lo que salga, no he querido traer falsos testimonios", ha manifestado, para añadir que "si no se puede comprobar una cosa, pues no se comprueba y listo".

Aguirresarobe ha concluido su alocución diciendo: "Yo sé al cien por cien, sin estadísticas ni nada, que soy inocente, y si me cae un marrón o me condenan, un inocente va a seguir en prisión y un culpable va a estar fuera de la cárcel".

Su letrado, José María Elosua, ha sostenido que su cliente "no tiene nada que ver con los hechos que se le imputan" y ha mostrado sus dudas sobre la prueba "nuclear" de ADN, realizada sobre una muestra recogida de la taza en la que el asesino de Pagazaurtundua tomó un café antes de dispararle, en la que se basan las acusaciones.

"Aún en la hipótesis de que la prueba pudiera ser valorada, desde ella no podrán pasar el umbral de la probabilidad y llegar a la de la certeza necesaria para condenar al acusado", ha subrayado.

Se ha remitido así a los datos expuestos este lunes por dos grupos de peritos que analizaron los restos, uno de la Ertzaintza -que consideraron la muestra "suficiente" para identificar a Agirresarobe- y otro propuesto por la defensa, que estimaban que la cantidad era tan baja que no existían garantías "como para ser interpretados sin dudas".

Según los primeros, estadísticamente el perfil obtenido de la taza podría corresponderse solo con el de otras cuatro personas en España, mientras que para la contrapericia esa cantidad se elevaría a ocho.

"Si optan por la condena, habrá tres sobre cuatro posibilidades, según los primeros, y de siete sobre ocho con los datos corregidos de los segundos, de condenar a un inocente", ha dicho al tribunal para insistir a continuación: "No pueden ustedes condenar a un inocente y el acusado es inocente".

Asimismo, ha criticado la cadena de custodia de la taza y de la botella de agua de la que el presunto terrorista bebió cuando compareció ante el juez Fernando Grande-Marlaska tras ser detenido y ha dicho que ambas estuvieron "circulando durante dos días" sin saber "por qué manos pasaron" hasta llegar a los expertos en genética.

Tras hacer hincapié en que Agirresarobe no tiene nada que ver con ETA, Elosua ha añadido que ninguno de los testigos que estaban en el bar Daytona en el momento de los hechos ha podido identificarle con el hombre que disparó a Pagazaurtundua.